Un motín de los jugadores contra el Presidente Núñez con pagos a Hacienda como trasfondo, una Liga ganada en toda la década de los ochenta, descrédito institucional, continuo victimismo arbitral como causa de casi todos los males, habitual desaprovechamiento de las mejores figuras del momento y presentes aún los efectos depresivos de la derrota en Sevilla frente al Steaua de Bucarest. Ese desolador panorama fue todo lo que se encontró Johan Cruyff a su llegada al banquillo del FC Barcelona.
Comentarios
Que conste que soy del Madrid, pero estos tíos son tan buenos escribiendo, que lo digo, se sale el artículo.
Y también que iba a enviarlo yo un minuto después que tú
#1 #2 es que los monstruos que escriben en JotDown son capaces de hacer entretenido el relato de la última vez que fueron a cagar
A mi tampoco se me puede acusar de barcelonista (ni de madrilista), aún es más, últimamente no soy capáz de verme un partido de fútbol sin aburrirme, pero hay que decir que el artículo es sensacional.