Hace 10 años | Por Ratoncolorao a sesiondecontrol.com
Publicado hace 10 años por Ratoncolorao a sesiondecontrol.com

Hay una crisis más profunda que la económica y por sus características, afecta a la médula del crecimiento de un Estado: su población. El drama de España irá unido a una bajada en la inmigración (entradas) y el aumento en la emigración (salidas), que ha sido la base del crecimiento de población de Alemania en las últimas décadas. La caída será sostenida, a razón de unas 250.000 personas menos por año. De este modo el número de habitantes irá descendiendo progresivamente en los próximos años

Comentarios

D

Yo tlabajale 18 holas dia por cuenco de aloz con veldura y los domingos cuenco aloz con calne de gato.
40 eulos mes y la hipoteca la pago yo.

T

#2 Cablón afoltunado tu sel que podel comel aloz con algo.

Arzak_

España un país de viejos y no apto para viejos.

VictorGael

Todo eso y en blanco y negro

L

Se llama invierno demográfico, y no es suicidio demográfico, es asesinato demográfico: a la gente se le niega la posibilidad de formar familia del tipo que sea y tener hijos. La juventud en masa NO ha elegido que se les pase el arroz a base de precariedad laboral y el expolio de sus salarios (si lo tienen) a cambio de servicios degradados. El sistema simplemente ha empeorado las condiciones de vida y por lo tanto tener hijos no es una opción.

El problema NO es la "bajada de la inmigración" sino la reducción de puestos de trabajo productivos, la mala gestión financiera de las cuentas públicas, y como digo, la imposibilidad de montar una familia del tipo que sea.

La apuesta soterrada por la inmigración a gran escala (y suplantación de la población autóctona por trabajadores y familias pobres low-cost) es una medida "a la desesperada", perversa y que tampoco resultara ser la solución a efectos "pragmáticos": los beneficios que el estado pueda sacar de ello no compensa los costes económicos, sociales, y culturales. El perfil bajo de la inmigración (baja cualificación, actitudes hacia la educación, el sistema fiscal, etc) se suma a la falta de trabajos cualificados.

Una población que se reduce no tendría que plantearse en términos tan dramáticos mientras se haya una economía productiva e innovadora (automatización, robótica, nuevos procesos, etc) que genere además dinero para la seguridad social. Por lo demás los servicios y espacios físicos y culturales no degradados pueden también animar a tener hijos.