Parte del texto del Ayuntamiento: "Existen ciertos grupos que no pretenden ser artistas, ensuciando las paredes con aerosoles o rotuladores y pintando sin respeto cualquier lugar, incluso los de carácter histórico. Estos colectivos buscan expresar su identidad con un comportamiento transgresor."
Las obras del niño de las pinturas son arte, arte comprometido, arte con mensaje, es la Granada que resurge de lo más rancio, es la imagen que desvela la realidad de esta Matrix, es convertir en belleza las ruinosas viejas murallas de incomprensión, que ahora quieren restaurar.
"Un servicio prestado gratuitamente a la sociedad no deviera ser castigado ni excesivamente controlado como en la actualidad sucede en esta ciudad". Cierto, pero algo tendrá que decir también la sociedad (los ciudadanos) sobre si quiere recibir o no esos servicios gratuítos, no sea que a todos nos dé por servir al prójimo sin que nos lo pida.
Quizá sea el momento de regular un poco esta actividad, legalizando estas propuestas (tan chulas y positivas como las de este caso), más allá de la simple "ordenanza" de prohibición y limpieza. Una regulación de verdad, de cómo la gente puede intervenir en el espacio público, sin miedo a las multas y con respeto a la opinión del vecindario...
Seguramente hay fórmulas para reglamentar un uso cívico pero no represor de los espacios públicos, distinguiendo el arte de la suciedad, pero ¿quién se encargaría de ejuiciarlo? ¿Con qué criterios objetivos?
En cualquier caso, lo que no podría hacer una ordenanza es prohibir "a todos excepto al , como parece sugerir el titular.
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Las obras del niño de las pinturas son arte, arte comprometido, arte con mensaje, es la Granada que resurge de lo más rancio, es la imagen que desvela la realidad de esta Matrix, es convertir en belleza las ruinosas viejas murallas de incomprensión, que ahora quieren restaurar.
"Un servicio prestado gratuitamente a la sociedad no deviera ser castigado ni excesivamente controlado como en la actualidad sucede en esta ciudad". Cierto, pero algo tendrá que decir también la sociedad (los ciudadanos) sobre si quiere recibir o no esos servicios gratuítos, no sea que a todos nos dé por servir al prójimo sin que nos lo pida.
Quizá sea el momento de regular un poco esta actividad, legalizando estas propuestas (tan chulas y positivas como las de este caso), más allá de la simple "ordenanza" de prohibición y limpieza. Una regulación de verdad, de cómo la gente puede intervenir en el espacio público, sin miedo a las multas y con respeto a la opinión del vecindario...
Seguramente hay fórmulas para reglamentar un uso cívico pero no represor de los espacios públicos, distinguiendo el arte de la suciedad, pero ¿quién se encargaría de ejuiciarlo? ¿Con qué criterios objetivos?
En cualquier caso, lo que no podría hacer una ordenanza es prohibir "a todos excepto al , como parece sugerir el titular.
Si escribís una noticia no lo hagais con lenguaje SMS, por amor de dioxxx, que ese "xa" me está matando...
Ahora al vandalismo lo llaman arte, que pinten en las paredes de su casa, no de la mía.
Lo bien que quedarían sus dibujos en una servilleta o en la pared de su casa.