Hace 12 años | Por niqueco a clarin.com
Publicado hace 12 años por niqueco a clarin.com

Ser huérfano de futuro. Esa carencia marcó a los prisioneros políticos de Argentina que pasaban de la picana y de la privación del sueño a meses de absoluto aislamiento, sin saber qué les esperaba. Algunos imaginaron una vida paralela para mantenerse en pie. Daniel Molina, periodista y crítico cultural, relata la historia de su encierro, de casi 10 años, y su paso por las inhumanas tripas de una dictadura atroz. No había cometido ningún crimen, sólo pertenecía a un grupo político y había sido mencionado por un compañero torturado.

Comentarios

niqueco

#3 ¿Dónde se propone el autor hacer un estudio histórico o sociológico? Sospecho que tu voto negativo deber ir por otro lado...

cusifai

"Juan Pablo II pidió por mí ante la Junta Militar . Mi tío, como yo, era ateo militante. Más que yo, era anticlerical fanático, pero se arrodilló ante el Papa, le besó el anillo y le habló de mí. Yo no sé si hubiera sido capaz de hacer lo mismo por él."

gelogelo

Las crónicas sobre casos anecdóticos empiezan a parecerse cada vez más a novela barata para mujeres treinteañeras.

niqueco

#1 Qué desagradable comentario... ¿Cómo entender la experiencia humana sin entender qué les pasa por dentro a las personas? Y está lejos de ser anecdótico. En Argentina entre el 76 y el 82 fueron muertos decenas de miles de personas. Pero no creo que no lo sepas.

gelogelo

#2 Cada persona es un mundo. Si tenemos que hacer un estudio sociológico o histórico, las personas no cuentan sino las sociedades.