Publicado hace 13 años por --136875-- a historiasdelahistoria.com

Nuestro archienemigo de hoy es uno de los máximos exponentes de su época, un nombre que ha trascendido su tiempo y que fue sinónimo de terror durante años. No fue tan malo como nos ha llegado, fue un hombre de su tiempo, cruel y pragmático como lo fueron sus adversarios, y no dado a los desmanes o violencias gratuitas que se le atribuyen. Hay que tener en cuenta que esta etnia seguía siendo pagana en un reciente Imperio Romano cristiano, quizá por ello se ganó el apelativo de “Azote de Dios”. Así era según Prisco:...