Desde hace más de treinta años, en España está vigente la Ley de Integración Social de los Minusválidos (LISMI) que, entre otras cosas, obliga a las empresas de más de cincuenta trabajadores a tener un mínimo de un 2% de trabajadores discapacitados en su plantilla . «Si no lo cumplen, no pueden acceder a concursos públicos; si por cualquier circunstancia justificada, no pueden hacerlo, deben compensar adquiriendo material o servicios a centros especiales de empleo o hacer donaciones», explica Francesc Saldaña. El Estudio DisCert España explica
Comentarios
Esperemos que llegue pronto el día en el que se contrate a discapacitados por sus aptitudes, profesionalidad y ganas de trabajar, y no por las subvenciones que suponen a los empresarios que en algunos casos pueden llegar a ser superiores a lo que pagan de sueldo + ss.
Sin ir más lejos, hoy mismo un amigo ha visto una oferta de trabajo online en la que el "requisito" era tener un certificado de 33% de discapacidad. Cada uno que lo interprete como quiera...