Decía Estrabón que los lusitanos tenían la antiquísima costumbre de examinar el vientre de los hombres y extraer presagios. Dos mil años después, en zonas aisladas de Galicia, en el límite con León, Taboada Chivite registra todavía el palpamiento, apalpadoiro o examen del vientre durante la última noche del año con el fin de adivinar el futuro; un residuo o versión atenuada de la hieroscopia lusitana que conocemos por Estrabón, en la que los sacerdotes o palpadores oficiaban sagis velantes (cubiertos por el sagum).
Comentarios
#3 De nada, siempre es un placer aportar luz a la ignorancia
Todavía resiste esta "tradición" de los nazionalistas gallegistas radicales?
#1 Tientapanzas, el primo andaluz del Apalpador
Tientapanzas, el primo andaluz del Apalpador
ecijaldia.es#2 Gracias, votada.