Hace 12 años | Por RamSys a nytimes.com
Publicado hace 12 años por RamSys a nytimes.com

Un reciente experimento realizado mediante técnicas de neuroimagen sugiere que la relación con ciertos objetos tecnológicos no sigue el patrón de las adicciones (como se suele considerar), sino que está más cercana al amor. En concreto, los cerebros de los sujetos bajo estudio respondieron al sonido de sus teléfonos de modo similar a como responderían ante la proximidad de su novio/a o algún miembro de su familia.

Comentarios

RamSys

Ahora que lo pienso... Igual no era el mejor día para enviar un meneo sobre el iPhone

roig

Not long ago, I headed an effort to identify the 10 most powerful, affecting sounds in the world: I found that a vibrating phone came in third, behind only the Intel chime and the sound of a baby giggling.

El artículo entero no tiene desperdicio. Cada párrafo aparecerá copiado en los comentarios tras el de los meneantes.

Twilightning

Condicionamiento clásico de toda la vida.