Roamsa vive en Nablus, apenas conserva un 3% de la visión, tiene doce años y este verano formó parte del grupo de niños palestinos que pasó un mes de vacaciones en España. En varios hospitales de Madrid y Cáceres le confirmaron que en octubre sería completamente ciega pero ninguno le hizo la operación que le permitiría conservar la visión porque no tenían suficiente personal por las vacaciones.