Con imágenes que recrean sus 81 días en prisión y escenas sofocadas por la vigilancia permanente de los guardias chinos que no lo dejan libre, ni siquiera cuando hace uso del baño, el artista disidente chino Ai Weiwei critica su detención extrajudicial, de la que fue víctima en 2011 a manos del Gobierno de su país, en su primer vídeo musical publicado el miércoles en su página web.