Hace 10 años | Por calamarte a eldiario.es
Publicado hace 10 años por calamarte a eldiario.es

"Para los votantes del PP, Si Juan Cotino está en todos los líos de corrupción no es porque tenga nada que ver sino por ser piadoso cristiano que vive rodeado de ladrones para devolverlos al camino recto". Esto es un fragmento del artículo que defiende que los votantes del PP valenciano o son ignorantes o son parte de la magia gobernante.

Comentarios

D

Traducción (pues será que no hay mil maneras de traducir un texto)



No duda de que se pueden tener multitud de razones para no votar ninguno de los partidos valencianos que hoy en día están en la oposición. Seguro que hay también cientos de motivos para no decantarse por ninguna de las formaciones políticas que, de momento, son extraparlamentarias. Ciertamente, unos y otros nos hacen subir los colores de vez en cuando. Es perfectamente comprensible la dificultad de cualquier ciudadano para hacerlos confianza. Son motivos diferentes, variados, múltiples. En cambio, si se vota el PP, sólo caben dos posibilidades: ser un ignorante absoluto o ser muy poco honrado.

Los que aún están dispuestos a volver a las urnas armados con la papeleta del PP son los que piensan (o no llegan ni a hacerse el planteamiento) que Camps se pagaba sus trajes, los que confiaban en los informativos de Canal 9 y los que lamentan la mala suerte de la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, del que justamente su compañero de fiestas, viajes y comilonas, Enrique Ortiz, haya resultado ser el constructor que recibía información privilegiada del ayuntamiento alicantino para hacer todo tipo de negocios urbanísticos. Qué mala suerte ...

A estos votantes del PP no les llama la atención que sólo de la depuradora de Emarsa hayan desaparecido 40 millones de euros, ni que Rita Barberá, que era quien mandaba todos los directivos implicados, diga que ella no sabía nada. De todos es conocido que Rita es mucho delegar y dejar hacer a sus colaboradores sin clavarse en nada. Claro que también les parece normal que cuando Urdangarín venía a Valencia a hablar de los negocios de Noos y se reunía con dicha Barberá y Camps no hablaron de Noos. Están convencidos de que hablaban del Bosson de Higgs o del cine panameño de finales de los años 50, temas que, como todo el mundo sabe, son de su máximo interés. Brugal les suena a unas pinturas que anunciaban por televisión y Lubasa, jarabe para la tos de los niños. Estos pobres ignorantes votan al PP convencidos de que no hay nada extraño en el hecho de que el partido tenga más de 100 imputados por corrupción , ni que los dos últimos presidentes autonómicos hayan pasado ya por el banquillo de los acusados y que, de momento, el único neto sea Eduardo Zaplana. El "campeón" Zaplana, eso sí, gracias a su firmeza ahorradora (quién lo diría), con un sueldo de 80.000 euros fue capaz de comprarse un piso en el centro de Madrid por casi dos millones. Tampoco les hace sospechar que todo el sistema financiero valenciano haya hundido por culpa de la gestión del propio PP y de sus personas fieles, que han sido tan corruptos con el dinero de los ciudadanos como hábiles para enriquecerse a su costa. Ellos, habitualmente tan sensibles a cualquier amenaza del estilo: los catalanes nos quieren robar la sartén, las Fallas o la Dama de Elche, siguen apoyando al PP porque seguramente no han reparado que ha sido su partido el que ha dejado nuestros tejido financiero en manos de ... catalanes. Por cierto, catalanes, eso sí que lo tienen claro, con los que no compartimos idioma, ya que, como todo el mundo sabe, una cosa es lo que se habla en Vinaròs y otro, lo que se habla en Ulldecona. El río Sènia reconvertido en Torre de Babel. Sí, los votantes del PP son los que se creen que a Carlos Fabra le tocaba cada año la lotería, los que piensan que Blasco era un ingenuo que no sabía mandar un mail y que tocaba desde cabinas telefónicas para que los móviles no se le dan y que, ya hace años, si aquel consejero de Urbanismo, Luis Fernando Cartagena, se quedó 10.000 euros de unas judías fue sin darse cuenta. Por supuesto no es falta de caridad cristiana. De eso no hay duda, el PP es el máximo exponente y el que se ha hecho con las víctimas del Metro no es desprecio sino una manera de fortalecerlos en la desgracia; igual que si el dinero que debían ir por las consecuencias del terremoto de Haití han quedado en pisos comprados en Valencia por amigos del gobierno ha sido para fomentar el espíritu emprendedor de los haitianos. La dulce ignorancia del votante del PP les lleva a estar orgullosos de tener un aeropuerto de peatones en Castellón, de la Tierra Mítica en quiebra, de la Ciudad de la Luz en proceso de desmantelamiento y de la Ciudad de las Artes y las Ciencias cayendo a pedazos. Las cosas importantes nunca han sido sencillas, proclaman. Las cantidades invertidas en todos estos proyectos, y en otros que han quedado en nada, como la Ciudad del Teatro, la de las Lenguas, las Torres de Calatrava, los Juegos Europeos, la F-1 o el Museo del Fútbol, no los preocupan. Saben que todo es muy caro. Tampoco los sobreprecios les molestan. Un ejemplo, la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Tenía que costar 300 millones de euros pero se llevan gastados más de 1.300 ... Quien no ha presupuestado en su casa una obra por 10.000 euros y le ha acabado costado 40.000, pensarán. Normal, en la vida diaria pasa constantemente, los presupuestos se multiplican por cuatro, pagas y ya está. Son los convencidos de que Zapatero quería hundir la Valencia y que, aún hoy, su fantasma es el responsable de que, a pesar de los 20 años de buenísima gestión del PP, seamos la autonomía más endeudada, con más parados y que más ha retrocedido de todo el Estado en cuanto a riqueza. Su conclusión es: ¿cómo será de malvado Zapatero que ni la gran firmeza de nuestros gobernantes, ni su amor a la tierra han podido enderezar la situación. El votante del PP que va por la vida con las cortas siempre puestas es el que mira a Serafín Castellano y ve un estadista, el que observa a María José Catalán, la recuerda pidiendo disculpas por hablar valenciano y nota que no puede haber mejor consejera de cultura que ella, el que contempla a Alfonso Rus y le ve altura de inteligencia intelectual visionario capaz de marcar el futuro de un pueblo, el que piensa en Ricardo Costa, y está deseando comprar un coche de segunda mano, lo que se queda tranquilo cuando sabe que la sanidad de sus mayores y la escuela de los sus hijos está en manos de Alberto Fabra. Para ellos, si Juan Cotino está en todos los líos de corrupción no es porque tenga algo que ver, que va. Cotino es un piadoso cristiano que vive rodeado de ladrones porque intenta llevarlos al recto camino. Para recuperar los perdidos hay que ir allí donde están, eso ya lo demostró Jesucristo y Cotino, católico de una pieza y devoto del Opus, imita al pastor supremo. Y si un día el piadoso presidente de las Cortes le dijo "hija de puta" a Mónica Oltra no era para ofender sino a modo de reflexión general y en defensa de la familia. El votante del PP ya nota que las cosas por estas tierras no acaban de ir bien del todo, lo nota ya en su propia carne, pero está convencido de que si no fuera por la irresponsable oposición que hacen los socialistas tramposos, los catalanistas de Compromiso o los comunistas de EU estaríamos mucho mejor. Y si Zapatero no hubiera existido, claro, que eso ya quedaba dicho. Claro, hombre claro, igual que si se hundió RTVV y se deben todavía 1.300 millones de euros, la responsabilidad es de sus trabajadores y, de nuevo, de la maléfica oposición. El votante ignorante del PP es, dicho con mucho cuidado, poco reflexivo. Por no sospechar, ni sospechaba cuando los presidentes del PP, de Zaplana a Camps, colocaban al frente de Canal 9 para garantizar la imparcialidad en sus fines de propaganda. Ellos son del PP como son del Valencia, del Levante, del Barça o del Madrid y votan al PP como piden penalti a favor de su equipo y se cagan en la madre que parió el árbitro si los anula un gol. Son ignorantes e indiferentes a su propia ignorancia, ni saben, ni les importa no saber. No les llega ni para tener sentido del ridículo. Están partes pero hacen como si ellos esto de la política les importara poco. Te has de acercarse para identificarlos, pero están, están. El otro tipo de votantes del PP es más sencillo de descubrir. Son los poco honrados, son, en realidad, todos los nombres que han salido en este artículo y muchos otros que están en la memoria de cualquier persona que no sea políticamente autista. Son todos los nombres citados y sus cómplices de fechorías, empresarios corruptos y corruptores, amigos del tanto por ciento de comisión, compañeros a la espera de una nómina del sector público y caballeros de fortuna de aquí y de allí siempre dispuestos a mirar hacia otro lado si pueden obtener algún beneficio.
El pulso político actual en Valencia no tiene nada que ver con la dialéctica política de una democracia normal, en absoluto. No es cosa de derechas e izquierdas, ni de blaveras o estrelladas. Es cosa de demócratas contra no demócratas. Es una verdadera batalla: el poder corrupto contra la ciudadanía. Una batalla desigual, ya que se disputa con las normas que marca una de las partes, los corruptos. Las urnas pueden haber dado al PP la legitimidad de origen para gobernar (y sabiendo ahora como financiaban las campañas, es más que discutible) pero, en todo caso, en el ejercicio del gobierno han perdido esa legitimidad. La han perdido al igual que muchos de los ignorantes que los votaban han perdido el puesto de trabajo, la empresa, las ayudas sociales o las becas a los hijos. En esto, las dos clases de "peperos" no están en el mismo lado, uno son los que pierden y los otros, siempre ganan. Pues nada, ahora que vayan y los vuelven a votar.

Igual este diario no es el lugar más adecuado para dirigirme a los votantes del PP pero seguro que rebotando, rebotando, el artículo les llegará. Ojalá les llegara también un mínimo de duda y, sin darse cuenta, comenzaron a pensarse el voto.

D

#5 Menuda ayuda, enhorabuena.
Yo que iba a pedir voluntarios para traducir un párrafo cada uno... jeje
Por cierto y sin ánimo de desmerecer, 'No dubte' al principio del texto es un verbo y no un sustantivo. Debemos traducirlo como 'No dudo'en lugar de 'No duda'. Son las cosas de la declinación de los verbos en Valencia.

karakol

El articulo es, sencillamente, brillante. Solo dos cosas...

"Igual este diario no es el lugar más adecuado para dirigirme a los votantes del PP pero seguro que rebotando, rebotando, el artículo les llegará. Ojalá les llegara también un mínimo de duda y, sin darse cuenta, comenzaran a pensarse el voto".


Uno, el votante del PP en Valencia nunca leerá un texto en valenciano, y mucho menos un articulo medianamente extenso, más allá de los carteles de las fallas y por la misma razón que solo ve lo que quiere ver, escuchar lo que quiere escuchar y leer lo que quiere leer, como muy bien indicas en el articulo, este escrito se perderá como lagrimas en la lluvia para un pepero de pro así que abandona toda esperanza de que lo lean.
Y dos, lo de que un votante del PP se piense el voto... bueno, como broma está bien.

D

Una lástima que no esté también en castellano para que todos lo puedan entender porque no tiene desperdicio. Es uno de los mejores análisis de Valencia que se han hecho en los últimos tiempos. En concreto de una buena parte de la sociedad valenciana y no solo de sus políticos.

pichorro

Yo extendería la conclusión al votante del PP en cualquier región de España. O se es tonto o es que se está cobrando. No hay más posibilidad.

eixampop

¡Brutal! "La dulce ignorancia del votante del PP les lleva a estar orgullosos de tener un aeropuerto de peatones en Castellón, de la Terra Mítica en quiebra, de la Ciudad de la Luz en proceso de desmantelamiento y de la Ciudad de las Artes y las Ciencias cayendo trozos. Las cosas importantes nunca han sido sencillas, proclaman."

D

¿Traducción, please?