Hace 11 años | Por --355349-- a yorokobu.es
Publicado hace 11 años por --355349-- a yorokobu.es

Rafael Puetter convirtió una pequeña habitación, con nada más que una cama, en su estudio de televisión particular. Solo necesitó de su cámara, un par de fondos para la pared y unos cuantos disfraces para convertirse en la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en un dictador gay y en una familia tradicional brasileña. A través de sus personajes y un poquito de humor, pretende concienciar al país para luchar a favor de los derechos humanos, la igualdad social y la injusticia.