En un estúpido arrebato de orgullo, Henry Gunther, en esa mañana del 11 de noviembre, decidió desacatar las órdenes de sus superiores y lanzarse al abismo, a los brazos de la muerte. Su compañía se encontró con un nido de ametralladoras alemanas al norte de Verdún. Les habían ordenado mantener las posiciones a la espera de que los minutos se fuesen consumiendo y el armisticio entrase en vigor. Pero Gunther entendió que aquella era su última oportunidad para recuperar la jerarquía perdida. Su misión no era épica sino suicida.
Comentarios
No menos absurda que todas las muertes desde el principio de esa guerra, en la que las masas de población se dejaron engatusar por los canallas patriotas del "a por ellos".
La historia no es así. Tras la firma del armisticio este tardó un tiempo en entrar en vigor.Pues durante ese tiempo muchos oficiales ordenaron cargas. Se estima que durante ese tiempo murieron más de 5.000 soldados.
#2 "Rápidamente, Foch envió un telegrama a todos los comandantes aliados informando de la esperada noticia, ya se podían guardar las armas: "Cesen las hostilidades en todo el frente el 11 de noviembre a las 11 de la mañana, hora francesa". Pero en esas seis horas, varios miles de muertes totalmente innecesarias siguieron produciéndose. El absurdo de la guerra maximizado"
sí, así son los de los CDR.
Por pelota.
Un pelín dupe, incluso triple.
Alguno tenía que ser el último.