Porque sin ellos, no sería la lectora devoradora que soy hoy.
Porque sin ellos, no me habría enamorado de la letra impresa.
Porque sin ellos, no me gustaría escribir.
Porque me enamoré de Obélix, de Mortadelo, hice travesuras con el pequeño Spirou, me hice sobrina adoptiva de Archibaldo Haddock, jugué con Zipi y Zape, y... viví.
Por "Fantasmas de alquiler", "Barón el gato pardo y el mayordomo Abelardo", "Carlitos y su calculadora" y "Guillermito y su voraz apetito" y el resto de series angloamericanas que compró la Zipi y Zape en los años ochenta y me hacían reír tanto.
Por Sanchis, Benejam, Coll, Montañola, Purita Campos, y otros mil nombres que, sin ser tan archifamosos como Ibáñez o Escobar, merecen también su sitio en el Olimpo del arte gráfico.
Por las historietas de Nora y en especial por el padre de ésta, único personaje que, por ser cómico, merecía rescatarse de la revista de chicas Jana.
Por el tito Vázquez y sus cuentos contados a sus acreedores.
Por 13, rue del Percebe y su rosario de personajes inimitables.
Por el crossover de Mortadelo y Zipi y Zape, y por el de Mortadelo y el botones Sacarino en Testigo de cargo.
Por Los Profes, serie que he conocido gracias a Amazon y que sólo puede conseguirse en francés, y es genial.
Por mi amo Iznogud, el hombre favorito de mi harén .
Comentarios
Porque me enseñaron a leer.
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Porque sin ellos, no sería la lectora devoradora que soy hoy.
Porque sin ellos, no me habría enamorado de la letra impresa.
Porque sin ellos, no me gustaría escribir.
Porque me enamoré de Obélix, de Mortadelo, hice travesuras con el pequeño Spirou, me hice sobrina adoptiva de Archibaldo Haddock, jugué con Zipi y Zape, y... viví.
Por "Fantasmas de alquiler", "Barón el gato pardo y el mayordomo Abelardo", "Carlitos y su calculadora" y "Guillermito y su voraz apetito" y el resto de series angloamericanas que compró la Zipi y Zape en los años ochenta y me hacían reír tanto.
Por Sanchis, Benejam, Coll, Montañola, Purita Campos, y otros mil nombres que, sin ser tan archifamosos como Ibáñez o Escobar, merecen también su sitio en el Olimpo del arte gráfico.
Por las historietas de Nora y en especial por el padre de ésta, único personaje que, por ser cómico, merecía rescatarse de la revista de chicas Jana.
Por el tito Vázquez y sus cuentos contados a sus acreedores.
Por 13, rue del Percebe y su rosario de personajes inimitables.
Por el crossover de Mortadelo y Zipi y Zape, y por el de Mortadelo y el botones Sacarino en Testigo de cargo.
Por Los Profes, serie que he conocido gracias a Amazon y que sólo puede conseguirse en francés, y es genial.
Por mi amo Iznogud, el hombre favorito de mi harén
Porque sí.