Publicado hace 12 años por Dasoman a guionistasvlc.wordpress.com

Un realizador y guionista de Canal 9 relata anécdotas sobre el curioso funcionamiento de la empresa y anima a los futuros ex-trabajadores a "tirar de la manta".

Comentarios

Dasoman

El artículo es largo. Algunas perlas:

Un productor de Canal 9 habia negociado con el empresario de la plaza la cantidad a pagar por los derechos de la restransmisión. Ambos acordaron que Canal 9 pagaria a la plaza 6 millones de pesetas. No sé si era un buen o mal acuerdo, pero supongo que estaría en los precios de mercado.

Cuando el productor volvió a Burjassot y comunicó el acuerdo a sus superiores, estos le desautorizaron, pese a que ellos mismos le habían encargado la gestión y no se había salido de la cantidad prevista. Le comunicaron que el acuerdo debía deshacerse y tramitarse de otra manera. Los derechos de la corrida debían pagarse a través de un exclusivista, al que se le entregarían 7 millones de pesetas y él ya pagaría al empresario de la plaza.

[...]

Pues bien, la empresa que actuaría como intermediaria no era ni una empresa audiovisual ni una empresa de gestión taurina, sino – ¡agárrense! – una fábrica de cepillos. En concreto Cepillos Máximo Buch. Mi pregunta… ¿es éste Máximo Buch el mismo al que Alberto Fabra nombró Conseller de Economía al inicio de su mandato? En el currículum del todavía Conseller figuran sus actividades como asesor financiero, pero por fabricante de cepillos no me viene nada. ¿Podría ser él mismo, o su padre o algún pariente? No podría asegurarlo. En todo caso ni el nombre ni el apellido son demasiado corrientes entre la población valenciana.



[...]

El caso es que para realizar uno de los temas que escribí se necesitaba una furgoneta. La dirección del programa dió el visto bueno al plan que les presenté, pero una de las chicas de producción me cortó en seco: “Imposible, no hay furgonetas”. Aquel era un programa con un presupuesto bastante desahogado y recurríamos a muchos alquileres de cosas que necesitábamos, así que, con toda naturalidad solté: “pues alquilamos una”.

La de producción me explicó que el problema no era de dinero, sino que X no disponía de furgonetas. X era una empresa de alquiler de vehículos (su nombre real es el de un animal mitológico, pero llamémosla X por ahora) que nos suministraba la flotilla de coches que necesitaba el programa. “Pues si X no tiene furgonetas, hay más empresas de alquiler que si tienen”. Me explicó que por orden de Canal 9 cualquier alquiler de vehículos debía hacerse a través de X. “Vale, pero si X no tiene furgonetas, no tienen porque tomarse a mal que la busquemos en otro sitio”.

Otra persona presente en la conversación, vieja zorra, en el buen y en el mal sentido de la palabra lo tenía muy claro: “Por si acaso… es mejor no tentar a la suerte. Si quieres furgoneta pídesela prestada a un amigo”. Y con esto se dió por terminado el tema. De momento, porque un rato más tarde bajamos a tomar café. Le comenté que no entendía, si Canal 9 nos compraba los programas terminados, qué podía importarles que nosotros nos buscásemos la vida y los proveedores como mejor nos conviniese. Al calor del carajillo se me sinceró: “Hay que contratar los vehículos con X, igual que hacen ellos con todos los alquileres que necesitan, porque X es propiedad de E.Z. Por supuesto la empresa no figura como suya, pero lo es. ¿Te parece ya motivo suficiente?” Si, ya me pareció suficiente, puesto que con E.Z. habíamos topado.




(Digo yo que E.Z. será Eduardo Zaplana, presidente de la Comunidad Valenciana por aquellas fechas.)

Dasoman

Pues están llegando comentarios al blog con más mierda. Bastante interesante todo.

wooldoor

Que empiece a salpicar la mierda.

Kobardo

Y además son mancos

j

Las autonomías, ese gran agujero de caciques locales