Hace 9 años | Por Matroski a jotdown.es
Publicado hace 9 años por Matroski a jotdown.es

Llamemos a la hora punta de Cais de Sodré o Saldanha la prisa rencorosa, porque Lisboa es una ciudad insubordinada que no acepta la terquedad del paso del tiempo. La hora punta de las hormigas —de las hormigas próvidas como escribió Umberto Saba— es la escena discordante de una ciudad que filtra el bombeo de los segundos a cuentagotas. Llamemos, pues, a la hora punta de Lisboa la prisa rencorosa. Los tornos del metro se colapsan, la gente camina con un rumbo meditado y en los muelles los estibadores tienen miedo a perder su empleo.

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boirina

Saudades.