Amanecer Bailando, ese es el nombre del festival que comenzaba ayer sábado por la tarde y terminaba hoy sobre las diez de la mañana, aproximadamente 16 horas de desconcierto, ruido y alcohol que el consistorio Mostoleño permitía realizar, no sin oposición política y vecinal, en el enclave de esparcimiento natural Parque Prado Ovejero.
El resultado de la noche de incómodas molestias para los vecinos, además del obvio insomnio desmerecido, ha sido el de unos parques colindantes repletos de basura. Donde pequeños y mayores hace escasas horas podían caminar plácidamente, hoy se encuentran rodeados de cristales rotos, botellas de alcohol y un sin fin de desperdicios que cuando menos repudian y cuando más pueden producir daños.
El Parque Andalucía, se llenaba ayer de una muchedumbre alcoholizada que sin consideración y bajo la impasible acción de los responsables del evento, orinaban, ensuciaban, tiraban colillas de tabaco y no tabaco, e incluso grafiteaban las zonas donde hoy cualquier padre no podía bajar a sus hijos para que jueguen.
Hoy, el Parque Prado Ovejero se encuentra clausurado y oculto tras plásticos para que no puedan verse los desperfectos que puedan haberse producido, se puede llegar a imaginar el estado interior, epicentro del festival, cuando las cercanías se encuentran en un estado tan lamentable. Éste parque, que previsiblemente deberán acondicionar, albergaba desde hace unos días las instalaciones, sobre un cuidado césped, del acaecido "concierto", instalando sobre el mismo escenarios, urinarios, casetas e incluso una noria de feria.
Teniendo en cuenta que la finalidad de este parque, tanto por ubicación, como por instalaciones y diversidad natural, no es la de albergar este tipo de actividades, plataformas de vecinos y ecologístas hacen frente actualmente a tan rechazada iniciativa, cuyos beneficios probablemente no superen lo que, en equivalencia, cualquier mostoleño daría para que no hubiese pasado.
