Publicado hace 9 años por larutanatural a psicomemorias.blogspot.com.es

El momento final de la vida, aunque amargo, también puede ser una balanza en la que medir el valor de las cosas: los momentos que en el ajetreo diario suelen perder su importancia, se ven revalorizados; y los que nos hacían tediosa la existencia, dejan de ser tan urgentes como antes. Y con todo ello, el paso previo a la muerte puede convertirse en lo que uno quiere que sea, pues, como dice Victor E. Frankl “si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento".