Liz Marks estaba acostumbrada a revisar los mensajes de su celular mientas conducía. A pesar de las advertencias de su madre, no cambió su modo de actuar y sufrió un grave accidente. A continuación relata cómo cambió su vida después de aquel día, y cuenta cómo es vivir con las lesiones que sufrió: no puede ver por su ojo izquierdo, no puede oler, tiene dificultades para escuchar, y no puede dormir de forma natural. Actualmente, junto a su madre, se unió al Departamento de Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras de Transpo
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