Unas breves consideraciones sobre la cuestión de la monarquía o la república

Yo soy republicano, pero considero que lo que hay que dejar bien claro es lo siguiente, que voy a poner muy resaltado:

Lo importante no es si en España hay monarquía o república. Lo importante es si en España hay lo que decidan y deseen los españoles democráticamente, o si por el contrario hay lo que decida e imponga una determinada facción a través del uso de las armas. Es decir, lo importante no es lo que haya en España, lo importante es cómo se pone en España lo que tenga que haber (da igual si monarquía o república): democráticamente, o por las armas.

Yo creo que si se preguntara a los españoles: "¿Cree usted que la forma o régimen político que haya en España debería ser decidido por el conjunto de los españoles de una forma ordenada y democrática, en vez de ser decidido e impuesto por alguna determinada facción mediante el uso de las armas y la violencia?", la amplia mayoría respondería que sí.

Pues bien: la actual constitución española no exige unos determinados porcentajes para que en España haya monarquía o república; lo que la actual constitución española exige son unos determinados porcentajes para que en España HAYA O PUEDA HABER UN REFERÉNDUM sobre monarquía o república.

Es decir, lo que la actual constitución española nos dice es simplemente que para que en España haya la forma o régimen político que los españoles decidan democráticamente, la condición o requisito es solo que haya una gran mayoría de españoles que opine que así debería ser: que deberían ser los propios españoles los que decidan democráticamente qué régimen político haya en España.

Si hubiera una gran mayoría de españoles que considerase que el régimen político español debería ser el que decidan los propios españoles democráticamente (y yo creo que esta opinión es mayoritaria entre los españoles, si se les preguntara, tal como expresé más arriba), entonces el procedimiento para hacerse un referéndum entre monarquía o república según el cauce constitucional sería directo y sencillo:

1º) Se crea un partido político cuyo único propósito sea hacer posible el referéndum. (Una vez realizado el referéndum, el partido se disuelve y desaparece). (También valdría que los partidos políticos ya existentes se aunasen con el único propósito de hacer posible el referéndum, pero olvidaos de esto).

2º) Esa gran mayoría de españoles que considera que debería haber un referéndum, vota a favor de ese partido político. Por tanto este partido político refrendario logrará una gran mayoría de escaños en las cámaras legislativas.

3º) Este partido, bien directamente o bien a través de otras personas más especializados, elabora una constitución alternativa, republicana. Su ÚNICA diferencia con la constitución actual es que el acceso a la Jefatura de Estado se decida de forma republicana (rendición de cuentas del jefe de Estado ante la ciudadanía a través de procesos democráticos y judiciales). Todos los demás aspectos de la constitución, incluidas las propias funciones del jefe de Estado e incluidos los aspectos más criticables o mejorables de la constitución actual, se mantienen intactos, literalmente idénticos a como están. Ya se les cambiará en otras reformas futuras y separadas, si se considerase conveniente. Esta es la única forma de conseguir que la elección por el pueblo español entre monarquía o república sea LIMPIA e inatacable por cualquiera de las partes.

4º) Como este partido dispone de una amplia mayoría en las cámaras legislativas, seguirá sin dificultades el procedimiento de reforma constitucional: aprobará la nueva constitución republicana A LOS SOLOS EFECTOS DE QUE ESTA CONSTITUCIÓN PUEDA LLEGAR A LA ETAPA REFRENDARIA, disolverá las cámaras, se volverá a presentar a elecciones, volverá a salir elegido, volverá a aprobar el nuevo texto constitucional, etc.

5º) Y es así como, finalmente, el pueblo español se encontraría con la posibilidad de elegir, democráticamente y por mayoría simple (sin mayoría cualificada), si prefiere la monarquía o la república, por el simple procedimiento de aceptar o rechazar el nuevo texto constitucional republicano propuesto.