“Solo hay un bien, el conocimiento, y un mal, la ignorancia” Sócrates.
Cuando el cimiento se hunde, múdate, no cambies tejas. El vivir humano se apoya en un único cimiento-idea: ¿Qué es esta Realidad en la que nazco vivo y muero? De ahí, según el apoyo sea una idea científica de la Realidad o su opuesta ideológica, le damos luego una forma o su contraria a ser y a vivir; al carácter, ética y actos de las personas y de la sociedad entera; a la educación y a la economía, a las metas, las relaciones, a la vida, la muerte y al más allá. Así, cuando nos creemos una idea ídolo, construimos a su imagen jerarquías, leyes, guerras, negocios… el destino.
Y solo caben dos ideas-cimiento sobre qué es la Realidad: o bien es una Unidad o, al contrario, es Dual, de piezas separadas. La Realidad Unidad es lo demostrado por la Física, pues nunca ningún experimento de Ciencia ha hallado ni un único límite real entre nada: nada hay aislado. Tú mismo lo sabes: no estás realmente separado de la naturaleza: si la destruyes, te suicidas. Lo demostró la Relatividad Espacio-temporal: Energía, Masa y Tiempo son un flujo Uno; inseparables, relativos entre sí, elásticos. Son un proceso: E=m.c2. Por tanto, la Relatividad demuestra que tú y tu propia Masa corporal, tú con el Tiempo en el que vives-mueres y tú con la Energía en que fluyes sois solo distintas caras de lo Uno; que tú y yo, con todos y con Todo, somos Uno sin fronteras, inseparables. Tan real es la Ciencia Física y sus ecuaciones, que con ella hemos construido la tecnología actual: la electrónica, tu móvil o pc, la inteligencia artificial, la energía atómica (masa convertida en energía) etc. Así, al acelerar y aumentar la masa, el tiempo se comprime; que, a la velocidad de la luz, queda a cero: lo eterno es la base universal.
Es más, la Unidad no es mero caos: no es un objeto tótem externo a ti y estático: es un fluir con Orden. La Realidad es un campo de Inteligencia pura, tu esencia, inseparable. En tu dimensión Cuántica, la consciencia crea a la materia, como demuestra el Experimento de la Doble Ranura. Es analizable, verificable y, al integrarnos, es creativa, cooperativa. Crea paz, pues al verte como ser integrado en lo Uno, ves e incorporas que el dañar es dañarte.
Enfrente está el modelo Dualista, basado en la vieja ciencia de Newton, que cree ver el Universo como un simple mecano material, de objetos separados, de seres no dependientes, en lucha, hasta prescindibles. Su idea-raíz dualista cree en un “Bien puro” separado de un “Mal puro” o “Un dios arriba y yo abajo” separados. Esa suposición mental dual es ideología, y es fe. Tal modelo separador nos causa el conflicto raíz, el de todos los conflictos: inventa un “yo” enfrentado a “lo otro”: a la naturaleza y a los otros. Con este falso mapa, ya todo camino es extravío en lucha, pues esa ficción ideológica, dual e irreal, contamina de raíz a toda actitud: la educativa, la económica… lo psicosocial, el destino. Es la raíz del problema actual, tanto el personal como lo planetario. Es un error simple, pero da cimiento a la ficción mental del Dualismo materialista en sus distintas formas, ya sea mecanicismo (que nos dio una industria extractiva, enfrentada el medio) sea en ideologías y religiones, todas ellas subyugaciones bajo la idea de un poder externo al ser, con su idealismo bien/mal, sus jerarcas, comisarios... Se basa en fe ciega mental, en creerse ideas-ídolo separadoras, como el ego, el tiempo, dioses, pueblo... Guiados por ese Dualismo materialista, nos abocaremos a la destrucción. Por contra, si migramos pronto a las nuevas bases científico-místicas unicistas, los humanos viviremos un Renacimiento vital y material. Sí: si vemos a la Realidad como es, usando la Ciencia Física: como Ecosistema Universal Uno y en Flujo, más allá de materia, tiempo y espacio. Si vemos la conexión real consigo mismo, ser , con todos y Todo: tú y dios sois lo Uno. Es Consciencia de Unidad, como enseñan los místicos de todas las tradiciones. Nace un ser y sociedad conscientes, integradores, respetuosos, evolutivos, prósperos. La Ciencia ofrece el conocimiento real último y sagrado (“sacro” es “último”) Nos libera de el vivir atrapados en ideologías, en ficción dualista con su galimatías de ideas = ídolo y de fronteras = lucha. Nos libera del conflicto interno cusado por inventarnos un drama “Bien puro” separado de un “Mal puro” enfrentados en lucha. Nos libera del loco intentar asirse al inexistente “Bien puro” y, desde ahí, proyectar las propias sombras de culpa sobre “el otro” “ lo otro” y el medio natural, demonizado “ello” en intento de sublimarlas. Nos libera del usar y abusar de ti, del otro, del medio.
El Universo entero es Uno, sin fisura real. Un fluir entre polos binomios que son Uno aunque parezcan separados. Así, Uno es frío-calor y mujer-hombre es Uno, pues son solo diversas caras de una única Realidad Universal. Por tanto no hay “yo” sin “nosotros” ni sin medio natural; no hay árbol sin tierra, sin aire, sin luz… que lo unen al cosmos entero. En esencia todo y todos somos lo Uno. Y lo Uno no es un caos: se expresa en matemática, es un Orden Implicado. El Universo es Inteligencia antesque materia y tiempo. La Relatividad demostró que Energía, Masa y Tiempo son un solo fenómeno, inseparables e intercambiables; que no hay fronteras, que toda frontera es mera ideología, una ficción mental irreal. Lo real es la Relatividad entre Energía-Masa-Tiempo, pues son Uno. Ser. Funciona: con ello producimos la tecnología, desde tu móvil a la energía atómica (masa mutada en energía usando la ecuación E=m.c2) Esto Uno, la Inteligencia Pura sin base material o temporal, es poco comprensible para el cerebro mediante palabras. Ya intentaron Buda, Cristo, Lao-Tse… el revelarnos tal Unidad con parábolas. Pero su verbo se desvirtuó en ideologías dualistas de jerarcas, con sus ídolos-ego, sus batallas y guerras. Embobados en el dedo que señalaba a la Luna. Por suerte, la Ciencia hoy demuestra la Unidad con un lenguaje exacto, el de la Física: que Energía, la Masa y el Tiempo meras caras de lo Uno. Que tú con tu Masa, tu cuerpo, tú con el Tiempo que te lleva y tú con la Energía que te anima sois solo caras del Campo Uno Energético Cero del Universo. Ahí, a -273°C, hay un Vacío-Pleno del que afloras con todo: espacio, masa, tiempo, energía. En ese Orden Implicado inmaterial del “Campo Inteligencia” que constituye la Realidad, más allá de espacio y tiempo, ahí, tú eres vibración coherente disuelta, indiscernible del Todo. Eres el Ser Uno. Así es todo, lo visible y lo invisible y tú mismo: una gota fluyendo en una ola de océano infinito, sin tiempo ni espacio: lo absoluto. Somos Uno, dentro de ti y fuera de ti y antes y después, pues dentro y fuera y antes y después son lo Uno en el fondo. Uno en tu esencia anímica y cuántica, que es la misma mía. Enfrente están los ideólogos y teólogos inventando un ente separado superior, al que dicen representar. Inventan en realidad un ídolo a imagen y semejanza del propio ego mental humano. Es mera poesía o ciencia ficción o, peor: idolatría del “yo”. Es ideología, es irreal y destructora. No es experiencia, no es mística, tampoco Ciencia; es el simple dogma del ego mental. Todo –ismo es ideología divisora; irreal; ya sea marxismo, fascismo, islamismo, catolicismo, machismo, hembrismo… Destructor, por su propia esencia dualista e irreal.
Los seres somos Uno en lo Uno: Inteligencia pura sin tiempo ni materia, principio ni fin. Pero nuestro cerebro finito no puede imaginar lo infinito; es como un televisor, que sintoniza un programa, pero él no crea los programas dentro de sí. Como humanos, somos una mera “sintonía” en materia y tiempo, un programa que tu cerebro capta del Campo Uno “Inteligencia” con arte holográfico-cuántico. Tú eres más que materia: Ser Eterno. Es revolucionario; pero está fuera de la capacidad de comprensión verbal. Por suerte, hoy ya está dentro de nuestra capacidad de descripción y de demostración real con el lenguaje de la física, la matemática; como evidencia la tecnología.
De hecho, en el tamaño de la Física Cuántica, o sea, en lo más al fondo de tu propia materia, ahí es la Consciencia la que crea a la Materia (pero no tu consciencia ego personal). Así, cuando crees ver, en realidad te ves. Todas las ficciones mentales separatistas son ensueños. Así, ensueño es pretender escindir frío de calor o luz-oscuridad o naturaleza-humano; ensueño es partir cuerpo-mente-alma, o pretender separar “el bien” puro de “el mal” puro o… o dividir lo uno masculino-femenino y así enfrentarnos... Son todo meras ficciones de ideología caduca: ignorancia; ideología-religión-romanticismo; son solo ideas: -ismos. Ansia de partir lo infinito. La inconsciencia deI idealismo Moral de “Bien puro y “Mal puro” y cimiento en raíz de toda la violencia del egoísmo dualista, materialista, teísta o ateísta. El de seres miedosos ante la muerte, pues, al creer en el tiempo, tememos a su fin. Todo miedo lo es, en su raíz, a la muerte, al fin de tu ficción mental “Yo”; al fin del tu Ego pensante que posee tu Ser; al identificarte inconsciente solo con él, el pensar. El dilema es “Ser o Tener”. Ser, o tu pensamiento te posee y, ya atrapado, crees ser solo tu cavilar limitador, el que ansía poder “inmortalizador”; que ansía objetos, personas, dominio… tiempo.
Si crees real la idea de que hubiera “piezas” separadas, si escindes entre yo-tú-nos-ello... y así pretendes “delimitar” “apropiarte” o “juzgar”, “tener”… solo a uno de los polos a costa del otro, ahí, ya “violas” al real conjunto Uno, al Todo: te violas. Así, te “separas” de la Naturaleza y te destruyes; como destruyes a la humanidad enfrentando a “individuos” de ficción o “pueblos” idealizados o “géneros” cavilados. Así, si con tu ficción mental escindes lo Uno hombre-mujer, ya los enfrentas, violas la vital, tu vital, fertilizante coexistencia, pues lo real es hombre-mujer en fluencia una en lo Uno; bi-nomio inseparable. El Universo no es objetos, es fluencia, como el amor; el Universo es el Amor. La ficción separatista es Odio-ruptura. “Lo sabio es el Amor, el Odio es tonto” decía Bertrand Russell.
La invención del mito mental del “Idealismo Moral” (o del “Puro mal”) constituye la raíz mental central de todas nuestras violencias y guerras, ya sean interiores o sea exteriores, pues las guerras de “fuera” de sí son solo mera proyección de la guerra dualista interna, vista sobre “otro”, en simple intento mental de exorcizarla. Es el ansia del “inocentarse” religioso o del “irresponsabilizarse” ideológico buscando chivos fuera. Mero culpar por simple miedo. Toda frontera implica batalla, pero la batalla primal está dentro, en ese concepto errado caduco, el cimiento de la actitud dualista global batalladora consecuente. El sacar guerras fuera es siempre la proyección de las íntimas guerras internas. Carl Jung lo decía en su vejez: “Nunca vi un solo conflicto con otro que no sea en raíz un conflicto íntimo espiritual”. Toda personalidad-ego es en realidad una “neurosis”. Comprendamos, ya es la hora, que vivir aquí es un juego. Escogido desde más allá del tiempo. El juego es la danza “tú+yo+nos+medio=∞. Sánate tú para mejorar al mundo. Libérate tú, antes que pretender liberar al mundo. Si los Hitler, Stalin, Mao, Franco, los -ismos... se ocuparan solo de su guerra íntima, en vez de proyectarla, cuánta guerra y tortura evitadas a los humanos.
Pero todo esto real, anunciado por Buda, Cristo… y demostrado por la Relatividad y la Cuántica, apenas sirve si no lo experimentas dentro, de forma real, sin fe ni dogma; si no lo interiorizamos. Es la salida del ideal-ismo dual, del miedo. Es Paz en lo Uno Eterno. Sin vivencia real reunificadora, seguiremos presos del cavile con su guerra ciega. En Crisis interna proyectada sobre “lo otro”. Adictos al sufrir. La manera de destronar a la razón endiosada en su ego tirano y sus ficciones violentas es simple, porque es eso: “manera”, o sea, es acción: recuperar el control mental y hacer ritos de unión: canto, danza, gestos: silenciar a la mente tirana y fabuladora unos minutos diarios cambia a la persona. Entonces lo Uno real aflora espontaneo a través de lo más real que tenemos: el cuerpo, el respirar, el corazón: la consciencia de Ser. El control de la mente, para quitarle el trono, requiere practicar alguna técnica efectiva: atención plena, meditación, mindfullness, megabrain… y actos asiduos de común-unión: canto, danza, rito. El Ser pleno también nos pide respetar a los niños en su vivencia innata de Unidad y cuidar su desarrollo. Nos aflorará así la contemplación de lo real Uno: podremos entonces ver desde “fuera” a la propia diarrea mental ídolo. Y, cuando la veamos, la podremos ya conducir. Esto transforma: vivir ya es un juego, no mera tragedia. Es hacer innovación personal: trascender al Ego y a su rol, reintegrarse en el Ser del que somos gota indiscernible. Somos Uno, el camino es Uno.
Biblio: El Universo In-formado. La Hipótesis de la Felicidad. La Naturaleza Humana. Comunicación NoViolenta. Fluir. La Conciencia sin Fronteras. El Campo. El Poder del Ahora. La Danza de la Realidad. La ola es el mar. Los Cuatro Acuerdos.
Web: Revista “Tendencias Científicas”. Experimento de la Doble Ranura. Sunday Assembly.