El nombre de Sword es como se conoce a la quinta playa normanda donde los aliados pusieron pie en la que seguramente es la batalla mas famosa de todos los tiempos. De unos ocho kilómetros de largo, Sword beach no alcanza el renombre de Omaha o Utah, quizá porque no fueron unidades estadounidenses las que atacaron pese a que los combates fueran igualmente duros, pero nos regala una de esas anécdotas que surge entre el horror y la barbarie que nos dejó para el recuerdo la segunda guerra mundial, la del gaitero William Millin.
Curiosa historia. Quizás no le dispararon porque no iba armado y el resto que si lo iban eran prioridad en esas circunstancias. La guerra saca actitudes extrañas en los que participan en ella. Si el comandante alemán hubiese sido algo más espabilado se habría cargado al que estaba enardeciendo a sus compañeros el primero, aunque habiendo escoceses quizás ésto les habría cabreado aún más y habría sido peor.
Lo bueno es que vivió para contarlo, y no le faltaron huevos para hacerlo (quizás por eso llevaba el kilt, porque no le cabían en los pantalones)
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Curiosa historia. Quizás no le dispararon porque no iba armado y el resto que si lo iban eran prioridad en esas circunstancias. La guerra saca actitudes extrañas en los que participan en ella. Si el comandante alemán hubiese sido algo más espabilado se habría cargado al que estaba enardeciendo a sus compañeros el primero, aunque habiendo escoceses quizás ésto les habría cabreado aún más y habría sido peor.
Lo bueno es que vivió para contarlo, y no le faltaron huevos para hacerlo (quizás por eso llevaba el kilt, porque no le cabían en los pantalones)