Un policía estatal que dejó su trabajo por un mandato de vacunación y le dijo al gobernador del estado de Washington, Jay Inslee, que "me besara el trasero", murió de covid. Robert LeMay, de 51 años, fue despedido en octubre por negarse a recibir la vacuna y filmó un video de sí mismo atacando a Inslee. En el video dice: "Esta es mi despedida final. Después de 22 años de servir a los ciudadanos del estado de Washington, me piden que me vaya porque estoy sucio".
Comentarios
Uno menos.
Lecciones de vida... y muerte.
Se hizo un poco famoso por su mensaje de despedida en el que dice que el gobernador del estado de Washington podía besarle el culo. Es una desgracia que haya muerto, como cualquier otra muerte, pero podría estar vivo hoy en día. No es que haya muerto en la primera línea de su trabajo, en un tiroteo, defendiendo a una víctima inocente, sino que ha muerto defendiendo unas ideas terriblemente erróneas. Trágico, innecesario, triste e ilógico. Todo por una ideología sectaria que desgraciadamente se ha extendido por el mundo más rápido del mundo. Y parte de la culpa de es de los medios, otra de los políticos, pero otra también de la gente que se ha tomado el tema como una lucha política y cultural, ideológica, en vez de un asunto médico y de sanidad pública.
Que seguro que era un buen policía, por mucho que sus ideas no las comparta.
Ahora que iba resolver su gran caso, seguro que los de asuntos internos le tendieron una trampa.
#0 descarta rapido Agente que desafió el mandato estatal de vacunación con un video viral muere a causa de la COVID-19
Agente que desafió el mandato estatal de vacunació...
dailymail.co.uk#4 como se descarta?
#1 Para mi no es una desgracia. Desgracia es cuando te llega la muerte en un accidente o bajo una condición de salud no previsible aún habiendo puestos medios o por tomar errores en el pasado y que poniendo luego medios ya no son evitables.
Para mi tampoco es una desgracia. Porque ese tipo de personas difunden actitudes que causan otras muertes (como la de sus propios hijos que no permiten que se vacunen) y difunden información o comportamientos que son nocivos contra la sociedad. El tomo su decisión y le costo la vida. En otra circunstancia en la que no hubiera muerto, para él hubiera sido una gripecilla y hubiera engrasado la maquinaria de los conspiranoicos del COVID o los NoVAX.
¿Me alegro de su muerte? No. Pero, tampoco llorare por un hombre que perdió su vida haciendo el canelo.