Hace 3 años | Por --526496-- a elperiodico.com
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Sarah Everard, de 33 años, había visitado a unos amigos en Clapham, al sur de Londres, y regresaba a su casa en Brixton, a unos 50 minutos a pie. El sospechoso, James Couzens, que trabajaba en el comando de protección parlamentaria y diplomática, hizo un turno de vigilancia en la embajada de los Estados Unidos antes de presuntamente cometer su delito. La desaparición de Everard ha conmocionado a los londinenses.