#3 Ya no hay sitio que se salve. Las zonas tradicionales de turismo ya estaban mal, pero desde que la cornisa cantábrica se puso de moda, están destrozando a la población local en todos los lados.
Y es un fenómeno global, o casi. Esto por algún lado tiene que romperse ya que de esta forma ya no se puede continuar mucho más tiempo. Todo disparado de precio (y subiendo) y salarios muy bajos.
¿Hasta dónde se va a poder llegar? La sociedad está muy, pero que muy enferma.
Dentro de poco acusará a los que se llevan 3000 dólares al mes de aprovecharse de los que no pueden ganar más de 1500.