#53 Las empresas británicas saben perfectamente cuántos extranjeros tienen. Al empezar a trabajar, o hasta echando un cv, en una empresa en Reino Unido tienes que rellenar un papel en que te preguntan procedencia, origen étnico y, si decides revelarlo, religión, estado civil, orientación sexual y hasta si tu sexo es el mismo que cuando naciste.
En teoría, y gente que se dedica a ello me lo confirma, esa información es confidencial y se utiliza para establecer perfiles de qué clase de gente ocupa mayoritariamente cada puesto de trabajo con el objetivo, también en teoría, de saber cuánto se corresponde la distribución por sexo, etnia, religión, etc. de la población en general con los diferentes puestos de trabajo y ver si hay grupos sociales excluidos y concentrados en trabajos de mierda y otros copando los mejores. Vamos, poner números a lo que todo el mundo intuye y supuestamente trabajar para integrar a las minorías o no tan minorías desfavorecidas.
Lo de ordenar hacer listas es bastante sensacionalista porque suena a que acto seguido van a reunir a los inmigrantes y fusilarlos. Lo que en realidad, si sale adelante, ocurrirá que las empresas deberán hacer público cuántos trabajadores extranjeros tienen, lo que es suficientemente aberrante como para necesitar exagerarlo, ya que envía un mensaje xenófobo y de inútil exaltación nacionalista que no ayuda a nadie salvo a los descerebrados que siguen creyendo que los inmigrantes son la causa de todos los problemas del mundo y que jodiéndolos se arreglan los problemas. De hecho, a lo mejor deberían preguntarse por qué hay sectores, casi todos los que no tienen que ver con la economía financiera, de los que los británicos parecen desentenderse mayoritariamente.
#54 yo añadiría STEP 4: te meten una multa terrorífica o directamente en la cárcel por opinar contra el gobierno (que no me sorprendería que lo considerasen terrorismo), que se quita de en medio un opositor y hace que el miedo calle a los demás, mientras se la refanfinfla épicamente lo que piensen fuera, porque fuera no le votan, y la mitad del país aplaude que se siga cercenando la libertad de expresión porque es por el bien de ¡¡ESPAÑA!!