#77 La función diacrítica de las tildes sirve para distinguir la palabra tónica de la palabra átona en una oposición de palabras que solo se diferencian por su tonicidad. "Té" es tónica y "te" es átona; "más" es tónica y "mas" es átona. Sin embargo, "son" es siempre tónica. Prueba a pronunciarlas no aisladas en un enunciado y verás cómo la fuerza fónica es distinta. "Solo" es siempre una palabra tónica, sea adverbio o adjetivo, por eso no tiene sentido aplicarle la tilde diacrítica, porque siempre se pronuncia igual.
Se trata, por tanto, de una cuestión fonética, que es lo que refleja al fin y al cabo una disciplina como la ortografía.
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#1 La cita de Borges puede ser graciosa, pero evidentemente no tiene ningún tipo de fundamento lingüístico. Cualquier fenónemo dialectal tiene sus causas perfectamente lógicas y debe ser respetado. Por esa regla de tres, se podría decir "Los argentinos, esos individuos que desconocen los pronombres personales", ya que vosean y emplean "ustedes" en lugar de "vosotros". Por supuesto, tan estúpido es afirmar que los españoles desconocemos el CD como decir que los argentinos desconocen los pronombres.
Al igual que los argentinos poseen un paradigma de pronombres de sujeto diferente al nuestro, los hablantes leístas y laístas simplemente tienen un sistema de pronombres átonos distinto y plenamente coherente que, en vez de basarse en la función sintáctica, parte de los rasgos de género y animacidad, como, de hecho, sucede en otras muchas lenguas. El inglés, por ejemplo, no distingue función sintáctica para sus pronombres de objeto: tanto "him" como "her" pueden ser complemento directo o indirecto.