#1 Es que en realidad eso es lo que lleva fatal esta gente. Dicen que la sociedad ha cambiado, que se censura y se cancela masivamente (en horario de máxima audiencia, claro). En realidad lo que ha cambiado es que hay redes sociales, y mientras hace 20 años podían predicar en medios de masas sin oír una sola crítica, ahora se tienen que joder y escuchar comentarios que antes no pasaban de la barra del bar. La libertad de expresión sigue siendo la misma, pero el monopolio de soltar gilipolleces se les acabó. Y cuando sólo ellos tenían altavoz para soltar gilipolleces sin escuchar réplica alguna, no eran conscientes de lo gilipollas que les resultaban a tanta gente.
#5 yo conozco unos cuantos.
Algo que también he percibido es que cierto renacer en el interés por los toros como forma de enfrentamiento a los "podemitas". De cualquier forma estos neo-taurinos no suelen ir a los toros y no contribuyen al mantenimiento del espectáculo.
#1 Si me preguntaran yo también diría que no hace falta prohibirlas. Si se les quitan las subvenciones desaparecen. No tienen público. Prohibirlas podría generar una victimización y un debate innecesario. Con la poca afición que queda es imposible que el espectáculo se mantenga vivo, se muere solo.