#6 Exacto. Pero no solo hay que escuchar a la escort de lujo, que es la que siempre se pone de ejemplo de mujer emponderada que hace con su cuerpo lo que quiere. Hay que escuchar también a la chavala que está en el club de la carretera de Toledo a 36 grados. Y la que está en la calle Montera con un moratón en la cara mal disimulado por el maquillaje mientras el chulo la mira desde el otro lado de la calle. Y a las de la rotonda del polígono sur.
Y hay que preguntarles porqué una puede cobrar 300 y la otra sólo 30 por el mismo servicio.
Aunque sospecho que ni a la del segundo ni a la del tercer ejemplo las van a dejar hablar.
Hagan la encuesta a las trabajadoras del sexo y dejen de una vez de hablar en su nombre. ¿Se imaginan una encuesta sobre las condiciones de trabajo de la hostelería donde no se le pregunte a ningún trabajador de ese sector? No se consideraría una buena práctica hacer una encuesta así. Pues con el sector del trabajo del sexo tampoco lo es. Dejad de silenciarlas para apropiaros de sus voces