#1 a mi el caliz que ha tomado el congreso me repugna. Y no es algo de ahora, es de años. Pullas, zascas, acusaciones dignas de meneame (por eso se venden tan bien aquí). En el congreso hay de todo menos parlamento.
No se habla de ideas, no se habla de cómo abordar problemas serios de forma seria. Se busca el disenso forzado con el contrario en asuntos sin relevancia. Ahora se toma como relevante la corrupción, se van sacando casos a diario, y nadie habla de qué es lo que permite eso y cual esbla causa de nuestros males para ponerles remedio.
Y como no se habla de eso, entiendo que es en lo único en lo que están de acuerdo, en no hablar de lo importante, de temas más trascendentes. Pero sí hablar de chorradas de recreo para "animar" al electorado. Y en eso está hoy meneame, en seguirle el juego a los políticos con sus chorradas de recreo.
El paro ya veremos, la demografía para otro día, la educación para el futuro tal, la seguridad otro tal, el derrumbamiento de los valores otro carajo, el proyecto global para España (no sabemos que es eso), la estabilidad nacional para los filósofos, la soberanía del país y su posición en el mundo para qué,... Y otros tantos temas de los que se deberían ocupar pero que bueno, mejor hablamos de mascarillas, de contratos amañados, de que tal partido es peor que ese otro, de lo imbéciles que son los votantes del otro partido, etc.
Así es la democracia en España hoy (y en muchos otros sitios). Garbage in, garbage out.
#8 Por eso escribo mi comentario en #1.
La indignidad de los ministros que tenemos en el gobierno, está a un nivel insuperable. Mentar a los familiares para "argumentar" y justificar tus actos corruptos, es algo que supera los límites de la chabacanería y del exabrupto más extremo, incluso aunque sea contra Figaredo.
Un ministro debe ser más consistente en sus argumentos a la hora de criticar o justificar sus actos o los de su partido/gobierno, pero acudir a mentar los familiares para que le aplaudan los de su grupo sus falacias de y para estúpidos, es algo que me parece aberrante al máximo.
Figaredo es otra cosa, y por el "flame" que hubo la semana pasada con su intervención, pues he aprovechado y he sacado esta indignidad de comportamiento de "nuestra" ministra.
No todos lo habrán visto así en este foro. Pero es de sobra sabido y conocido que por lo normal, fuera de los "hooliganismos" que nos podamos encontrar en ciertos sites, esta señora es una indigna, toda ella.
Añado. Me "sorprende" que haya llegado a portada este envío. No obstante, creo que tienen bastantes "lecturas" como ya digo arriba.