#3 Eso es cierto. La solución es ridiculizarlos a cada oportunidad que uno tenga... pero eso no va a ocurrir, porque es políticamente incorrecto. La única diferencia entre los tontos de pueblo de mediados del siglo pasado y los de este es que antes no tenían altavoces y no se retroalimentaban. Ahora te encuentras a un imbécil que dice una gilipollez y, en lugar de pasar vergüenza porque la gente de su alrededor lo señala, resulta que hay miles de idiotas que le dan pábulo (porque lo creen o porque lo encuentran gracioso). Y así nos va, con los antivacunas, los terraplanistas, los negacionistas del genocidio en Gaza, etc.
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#1 Yo lo que quiero es leer el informe de Seprona y seguir el caso. Es tan burdo que es para reírse. Ignorarlos no es la solución.