Pancar

#20 Entran en la sede de Red.es para buscar documentación sobre la adjudicación de contratos entre Red.es y Barrabés.

c

Los agentes policiales se trasladaron al lugar de los hechos y lo examinaron minuciosamente. En él hallaron las matrículas cambiadas del BMW y las armas de fuego utilizadas en un cajón de madera tras unos montículos de escombros. Entre ellas había un fusil de asalto del calibre 7,62 milímetros y una escopeta de caza de calibre 12.

Ya avisó la titeresa hace unos pocos días:

“¿Me habla de Cataluña, como el gran ejemplo?”, ha preguntado la presidenta madrileña a la oposición. “Se han hundido. No hay agua, impuestos, burocracia, ocupación, inseguridad. La izquierda en pura esencia se ha hundido en Cataluña. Madrid ha empezado a despegar y Cataluña se ha hundido”

Vidal-Quadras también está de acuerdo.

z

#2 Claro, en Madrid es el mercado regulándose solo, el mercado de la droga. Gestión privada 100%.

sotillo

#5 Al final han tenido que recurrir a Marlasca para que les resuelva el caso, seguro que le dan una medalla. A no, que no es judío

sotillo

#2 El cobrador de morosos con armas automáticas y ni así han cobrado
La que está liando Carmena y lo sucio que está Madrid

ChatGPT

#6 explotarle la cabeza desde un coche a otro no es ir a cobrar nada, al menos cobrar en dinero.

Condenación

#2 Nadie ha dicho que en Madrid no haya delitos. Creo que a este asunto corresponde mirar las estadísticas generales, no estar a cada titular intentando cantar victorias para uno u otro lado.

maria1988

#8 Las estadísticas dicen que España es uno de los países más seguros del mundo.
CC. #2

ChatGPT

#10 lo cual no es óbice para que haya zonas más y menos seguras

CheliO_oS

#19 Como Marbella.

T

#10 hay unas zonas más seguras que otras en España

#10 Creo que hay mucho sarcasmo en #8.

#8 Tranquilo, no tienes que explicar nada, aqui el que mas y el que menos sabe quienes son los que estan constantemente intentando enfrentar territorios, culturas, clases o razas, creo que a este asunto corresponde mirar las declaraciones de unos y otros. roll
#9 Hablando de la mataviejos: sabiendo como se las gastan entre hienas, haria bien esta Isabel en recordar como acabo su tocaya en la Diputación Provincial de León, creo que como personas ambas estan cortadas por el mismo patron.

mono

#2 Chupito por meter a Ayuso en esta noticia

ChatGPT

#9 las autoridades sanitarias desaconsejan totalmente ese juego. Coma etílico en media tarde.

u

#2 Pero eso era con Colau, tras las elecciones ya se erradico la inseguridad en Catalunya...o ya no sale en los medios. ¿casualidad?

Don_Pichote

#18 las fuentes mágicas
Si es tan obvio que muestren un número de serie o lote que sea igual que un envío a Ucrania y me voy

fofito

#20 Na,tú tranquilo,que lo que digan la GC,el CNI,las policías de Finlandia,Suecia, Dinamarca y Holanda,o que EEUU haya enviado a Ucrania equipos de inspectores militares para comprobar el destino de sus envíos de armas, no te desvíen ni un milímetro de tu pensamiento... es una conspiración de mnm para que reniegues de tus simpatías por la causa ucraniana.

Alakrán_

#35 Hola amigo, vienes con un nuevo bulo!
La OTAN no ha invadido a Ucrania amigo, saca la cabeza de los Telegram esos que lees.

Por cierto, el otro día afirmabas que los Hutíes habían conseguido impactar el portaaviones, el peso de la verdad empieza hacer su efecto.
https://defence-blog.com/chinese-satellite-images-track-uss-eisenhower-in-red-sea/

_112

#40 Particularmente le pueden dar por el culo a los Rusos y a los Ucranianos. Y de paso a la OTAN, que lía más que arregla.

Que los eslavos arreglen sus cosas de eslavos, que seguro que tienen pelos en los huevos.

Ehorus

#87 me gusta tu postura... la proxima vez, que los germanos se arreglen entre ellos, que los americanos se arreglen entre ellos.....y el que continuar. Acabas de definir que te resbala lo que ocurra "de puertas para afuera de tu casa"
por cierto, tu computadora, tu smartphone, tu camisa, tu propia existencia o modo de pensar... como crees que se mantiene ¿por que tú lo vales?

_112

#103 Oh, no, para nada me la suda, se mantiene llevando una postura lo más neutral posible como Suiza o China, si se quieren matar, ancha es Castilla pero que conmigo no cuenten.

Y no creo que los Germanos o Americanos nos vean más allá que meros utensilios y así habría que tratarles a ellos.

dilsexico

#101 No tengo ni idea si impactaron al portaaviones o no, pero curiosamente el almirante al mando de el, subio un video de la cubierta a twitter para demostrar que estaba todo en orden, y parece ser que alguien descubrio que el mismo video habia ya sido subido hace 2 meses.

porcorosso

#40 ¿Ahora te vale lo que diga un bloguero chino en Weibo? lol lol lol

Beltenebros

#40
Venga, una ración más de propaganda NAFO.
lol

mr.wolf

#40 Y Kosovo? La ha invadido la OTAN o no?

Beltenebros

#146
El comentario de #100 dice claramente que es para #_40 #40. Si tú tienes alguna duda o problemas de comprensión lectora, es tu problema.
En cualquier caso, si hubieras tenido verdadero interés en saberlo, le habrías preguntado a #100 en lugar de dirigirte a mí.
En resumen, disimula un poco tu odio ideológico.

aPedirAlMetro

#35 para #_40
Tu especialidad: soltar tus mierdas, y luego en la ultima linea del comentario, salirte por la tangente para marear...

Beltenebros

#100
Qué susto, pensé a primera vista que me lo decías a mí.

C

#118 Nadie ha negado lo contrario.

balancin

#35 en efecto, la OTAN invade.
Está diseñada para que el que tenga ganas se meta en Rusia
#8

thror

#9 No es tan irrelevante si te molestas a volver a pegar tu mensajito

Rorschach_

#12 Y catorce veces lo pegaré si traen la misma basura catorce veces.

Pancar
Pancar

#12 En fin, el par de hostias se ha convertido en un fenómeno viral, como la que se llevó el youtuber que llamó “cara anchoa” a un repartidor callejero o las que coleccionó aquel garrulo que estaba en un cine pegándole a su mujer y su hija y amenazando a todo el mundo hasta que se enfrentó con otro espectador, a la sazón boxeador, y salió escaldado. Veo, por tanto, que hay hostias que nuestro cerebro quiere condenar mientras nuestro estómago animal encuentra la mar de satisfactorias.

Admitámoslo: todos preferimos vivir en una sociedad en la que un insulto directo se salda con una multa, todos queremos estar bien protegidos de la ley del talión y de nuestros instintos asesinos; pero, al mismo tiempo, a veces dos galletas levantan un arco de justicia poética insuperable.

Para mí, la ideología violenta de Alberto Pugilato no explica los dos guantazos. En todo caso, serviría como atenuante, puesto que los neonazis son gente aficionada a dar palizas mortales, de modo que contentarse con dos galletas a mano abierta a un señor se me antoja un acto de contención. Lo mismo diría, por cierto, si Pugilato fuera un etarra o un islamista radical. O de UPyD.

Caricaturizar a Mahoma o decir que todos los neonazis tendrán hijos gais es libertad de expresión; ir a tirarle de las barbas a Mohamed o peerse directamente en el bigotillo de Adolfo, por el contrario, es echar papeletas a una rifa de bastos. Caravaca debe tener muy claro esto: la represalia hubiera podido ser mucho peor, y en ese caso habría tenido yo que escribir un artículo muy distinto.

Dicho lo cual, yo sí espero que multen a Pugilato, más que nada para que no empiece la gente a pensar que cualquier cosa que diga cómico faltón justifica subir al escenario a soltarle una galleta. En este caso concreto, para mí, lo comido por lo servido. Y, en un mundo perfecto y caballeresco, Caravaca todavía le debe una disculpa a su agresor, y el agresor, por este orden, una disculpa a Caravaca.

Sería tan maravilloso que cada cual se hiciera siempre responsable de sus actos y asumiera con elegancia las consecuencias...

Pancar

#11 Quedó claro que en el universo mental de Caravaca es imposible que la magia de Twitter se haga realidad en forma de galleta. Hay gente que piensa que a todo el mundo se le va la fuerza por la boca, y no. Hay gente que responde a un insulto con otro: habrá quien diga que Pugilato tenía derecho a subir al escenario y humillar a Caravaca con una retórica versallesca y una agudeza cómica insuperable, pero en el mundo real hay gente que se dedica a la comedia y hay vigilantes jurados neonazis.

Tras el primer guantazo, Pugilato se dirigió educadamente al público: les pidió disculpas y proclamó, no sin cierto aire de melodrama cinematográfico, que él no es más que un padre defendiendo el honor de sus hijos. Entretanto, el cómico, aplastado en el rincón y todavía con el pie en alto como toda defensa, le dijo “vamos a hablar”, a lo que el armario respondió que de hablar nada, que ahora lo denuncie, y antes de despedirse del público le calzó otro guantazo. “Ala, vámonos”.

Bien. Aquí hay varias cosas interesantes. Pugilato es abiertamente neonazi y tiene un historial policial del tamaño de las páginas blancas. Esto, para Caravaca, justificaba poder decirle cualquier cosa en Twitter. Pero ojo: también celebró Caravaca que Ayuso abortase porque “a ver quién aguanta nueve meses con esa”, de modo que, para él, por tanto, no solo el neonazi merece cualquier insulto: basta con ser de derechas. Es esta una actitud ligeramente nazi, debo decir.

Confundir todo esto con el debate de la libertad de expresión sería un acto de fetichismo por la abstracción. Para mí un cómico tiene derecho a decir cualquier cosa encima de un escenario, y subrayo el “cualquier cosa”. Sin embargo, creo que nadie tiene derecho a agarrar por las solapas digitales a un señor que pasa por ahí y decirle que su hijo de tres meses va a zampar rabos. O conchas, añado. Los bebés concretos y el sexo, cuanto más separados mejor. Chistes de abstractos pederastas, los que queráis.

Pancar

#12 En fin, el par de hostias se ha convertido en un fenómeno viral, como la que se llevó el youtuber que llamó “cara anchoa” a un repartidor callejero o las que coleccionó aquel garrulo que estaba en un cine pegándole a su mujer y su hija y amenazando a todo el mundo hasta que se enfrentó con otro espectador, a la sazón boxeador, y salió escaldado. Veo, por tanto, que hay hostias que nuestro cerebro quiere condenar mientras nuestro estómago animal encuentra la mar de satisfactorias.

Admitámoslo: todos preferimos vivir en una sociedad en la que un insulto directo se salda con una multa, todos queremos estar bien protegidos de la ley del talión y de nuestros instintos asesinos; pero, al mismo tiempo, a veces dos galletas levantan un arco de justicia poética insuperable.

Para mí, la ideología violenta de Alberto Pugilato no explica los dos guantazos. En todo caso, serviría como atenuante, puesto que los neonazis son gente aficionada a dar palizas mortales, de modo que contentarse con dos galletas a mano abierta a un señor se me antoja un acto de contención. Lo mismo diría, por cierto, si Pugilato fuera un etarra o un islamista radical. O de UPyD.

Caricaturizar a Mahoma o decir que todos los neonazis tendrán hijos gais es libertad de expresión; ir a tirarle de las barbas a Mohamed o peerse directamente en el bigotillo de Adolfo, por el contrario, es echar papeletas a una rifa de bastos. Caravaca debe tener muy claro esto: la represalia hubiera podido ser mucho peor, y en ese caso habría tenido yo que escribir un artículo muy distinto.

Dicho lo cual, yo sí espero que multen a Pugilato, más que nada para que no empiece la gente a pensar que cualquier cosa que diga cómico faltón justifica subir al escenario a soltarle una galleta. En este caso concreto, para mí, lo comido por lo servido. Y, en un mundo perfecto y caballeresco, Caravaca todavía le debe una disculpa a su agresor, y el agresor, por este orden, una disculpa a Caravaca.

Sería tan maravilloso que cada cual se hiciera siempre responsable de sus actos y asumiera con elegancia las consecuencias...

Pancar

#7 Un cómico murciano, Jaime Caravaca, está en el escenario. De pronto se acerca un hombre que parece un armario dos puertas; Caravaca lo reconoce, “¡hombree!”, pero antes de que pueda hacerse el gracioso aterriza sobre su amplia mejilla murciana un guantazo con la mano abierta, del tamaño de un Jumbo, que manda al cómico aterrorizado al rincón, con la pierna derecha en ristre como toda guardia.

El armario dos puertas, de nombre Alberto Pugilato, reclama a Caravaca que ahora le diga otra vez a la cara lo que le soltó por Twitter si tiene cojones. Fue esto: a la publicación de una foto en la que Pugilato sostiene a su hijo de tres meses con el texto “Felicidad y orgullo”, el cómico respondió: “Nada ni nadie podrá evitar la posibilidad de que sea gay, y de mayor se harte de mamar polla de negro. Y de negro obrero, nada de futbolistas. Qué sabio es el tiempo, toca esperar”.

Anotación al margen: Jaime Caravaca debería quitarse Twitter. Haz como yo, paisano, te lo dice otro bocachancla. Caravaca cree, como muchos otros tuiteros, que la gente de Twitter no existe realmente y que se les puede decir cualquier cosa. A Bertrand Ndongo, el famoso negro de Vox, le puso en respuesta a un tuit muy tierno con una foto de su madre y unas palabras bonitas lo siguiente: “El coño de tu madre es como una cañería. De ahí solo ha salido mierda”.

En mi pueblo esa conducta se llama “rifa de bastos”. Tras el insulto de Caravaca a Pugilato, hubo escarceo tuitero entre ambos. A Caravaca, gente de su cuerda le estaba diciendo que se había pasado, pero el cómico justificaba su tuit porque Pugilato es neonazi y homófobo. No hubo disculpas, por tanto, y, cuando Pugilato le anunció que iba a ir a un show suyo y se iban a reír mucho los dos, Caravaca le respondió que si de verdad es tan gracioso le podía dar trabajo.

Pancar

#11 Quedó claro que en el universo mental de Caravaca es imposible que la magia de Twitter se haga realidad en forma de galleta. Hay gente que piensa que a todo el mundo se le va la fuerza por la boca, y no. Hay gente que responde a un insulto con otro: habrá quien diga que Pugilato tenía derecho a subir al escenario y humillar a Caravaca con una retórica versallesca y una agudeza cómica insuperable, pero en el mundo real hay gente que se dedica a la comedia y hay vigilantes jurados neonazis.

Tras el primer guantazo, Pugilato se dirigió educadamente al público: les pidió disculpas y proclamó, no sin cierto aire de melodrama cinematográfico, que él no es más que un padre defendiendo el honor de sus hijos. Entretanto, el cómico, aplastado en el rincón y todavía con el pie en alto como toda defensa, le dijo “vamos a hablar”, a lo que el armario respondió que de hablar nada, que ahora lo denuncie, y antes de despedirse del público le calzó otro guantazo. “Ala, vámonos”.

Bien. Aquí hay varias cosas interesantes. Pugilato es abiertamente neonazi y tiene un historial policial del tamaño de las páginas blancas. Esto, para Caravaca, justificaba poder decirle cualquier cosa en Twitter. Pero ojo: también celebró Caravaca que Ayuso abortase porque “a ver quién aguanta nueve meses con esa”, de modo que, para él, por tanto, no solo el neonazi merece cualquier insulto: basta con ser de derechas. Es esta una actitud ligeramente nazi, debo decir.

Confundir todo esto con el debate de la libertad de expresión sería un acto de fetichismo por la abstracción. Para mí un cómico tiene derecho a decir cualquier cosa encima de un escenario, y subrayo el “cualquier cosa”. Sin embargo, creo que nadie tiene derecho a agarrar por las solapas digitales a un señor que pasa por ahí y decirle que su hijo de tres meses va a zampar rabos. O conchas, añado. Los bebés concretos y el sexo, cuanto más separados mejor. Chistes de abstractos pederastas, los que queráis.

Pancar

#12 En fin, el par de hostias se ha convertido en un fenómeno viral, como la que se llevó el youtuber que llamó “cara anchoa” a un repartidor callejero o las que coleccionó aquel garrulo que estaba en un cine pegándole a su mujer y su hija y amenazando a todo el mundo hasta que se enfrentó con otro espectador, a la sazón boxeador, y salió escaldado. Veo, por tanto, que hay hostias que nuestro cerebro quiere condenar mientras nuestro estómago animal encuentra la mar de satisfactorias.

Admitámoslo: todos preferimos vivir en una sociedad en la que un insulto directo se salda con una multa, todos queremos estar bien protegidos de la ley del talión y de nuestros instintos asesinos; pero, al mismo tiempo, a veces dos galletas levantan un arco de justicia poética insuperable.

Para mí, la ideología violenta de Alberto Pugilato no explica los dos guantazos. En todo caso, serviría como atenuante, puesto que los neonazis son gente aficionada a dar palizas mortales, de modo que contentarse con dos galletas a mano abierta a un señor se me antoja un acto de contención. Lo mismo diría, por cierto, si Pugilato fuera un etarra o un islamista radical. O de UPyD.

Caricaturizar a Mahoma o decir que todos los neonazis tendrán hijos gais es libertad de expresión; ir a tirarle de las barbas a Mohamed o peerse directamente en el bigotillo de Adolfo, por el contrario, es echar papeletas a una rifa de bastos. Caravaca debe tener muy claro esto: la represalia hubiera podido ser mucho peor, y en ese caso habría tenido yo que escribir un artículo muy distinto.

Dicho lo cual, yo sí espero que multen a Pugilato, más que nada para que no empiece la gente a pensar que cualquier cosa que diga cómico faltón justifica subir al escenario a soltarle una galleta. En este caso concreto, para mí, lo comido por lo servido. Y, en un mundo perfecto y caballeresco, Caravaca todavía le debe una disculpa a su agresor, y el agresor, por este orden, una disculpa a Caravaca.

Sería tan maravilloso que cada cual se hiciera siempre responsable de sus actos y asumiera con elegancia las consecuencias...