#16 la URSS primaba la cantidad frente a la calidad por las circunstancias históricas en las que vivían y tras las lecciones aprendidas en la Segunda Guerra mundial. Su filosofía era fabricar mucho y tener reservas “de lo que sea, pero en número” porque sabían que si había una guerra sería nuclear y las fábricas durarían lo que tardase en llegar el primer ataque, no podrían moverlas a zonas recónditas como en la SGM, primero porque ya estaban allí, y segundo porque esa distancia es mucho para la aquella época pero nada para un ICBM.
Un T90 no deja de ser un T70 modernizado, aún así es bastante capaz y el tanque más seguro para la tripulación de los que dispone Rusia. Para sus estándares un carro excelente, para el resto del mundo un carro suficientemente bueno para ser un MBT.
Rusia tiene una situación específica muy concreta y no extrapolable a otros países. Es una economía de un país en vías de desarrollo por un lado y con una inmensa cantidad de medios acorazados heredados de la URSS, que es lo que en buena medida le ha salvado el trasero en Ucrania. Por lo tanto sí tiene sentido en su caso primar la cantidad sobre la calidad, dedicarse a restaurar tanques soviéticos como el T 70 o T 80 que aún les queden en los viejos arsenales o construir nuevos T 90, si con el precio de un Armata puedes tener tres de estos. Y más teniendo en cuenta el pozo sin fondo que ha sido Ucrania para ellos. Han perdido allí más medios blindados y acorazados que los que cualquier país haya perdido en todas las guerras posteriores a la Segunda Guerra Mundial.