#5 Gracias por compartir la historia de tu hermano, lo que acabas de contar no se me va a olvidar nunca.
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Mi hermano José María murió atropellado a los once años. Iba con mi otro hermano, Tomás, quien afortunadamente sobrevivió a pesar de ser también atropellado.
La desgracia tuvo cierta repercusión mediática porque se dieron unas circunstancias políticas de las que ahora no quiero hablar.
La prensa estuvo atenta y siguió el caso muy de cerca. Gracias a eso supe que los órganos de mi hermano… hígado, pulmones, córneas, corazón y no recuerdo qué más… salvaron o mejoraron la vida de otras siete personas.
No os podéis imaginar lo que siento al escribir esto. No sabéis lo que admiro a mis padres por la decisión que tomaron. Y por supuesto que no entendéis lo que echo de menos a mi hermano y cuánto me imagino que alguna persona que me cruzo por la calle tiene algo de José María.
En fin, perdonadme este acceso de llorera, pero recordad que la donación de órganos salva vidas, y que vuestros muertos pueden seguir vivos.