Hace 9 años | Por --400164-- a xataka.com
Publicado hace 9 años por --400164-- a xataka.com

A finales de los 60 se comenzó a experimentar con la utilización de ciertos materiales metálicos como si fueran espumas para reducir el peso y obtener mejor resistencia. El problema es que era caro y moldearlo no era una tarea precisamente fácil. Ahora, en Alemania, vemos cómo este material compuesto vuelve para fabricar la cabina de un tren de velocidad.

Entre dos piezas de aluminio con un grosor de dos milímetros cada una, nos encontramos una capa de espuma de baja densidad compuesto de magnesio, silicio, cobre y aluminio. Todo este conjunto no va soldado ni unido con pegamento, todo se une por la atracción electroestática de los electrones con carga negativa y los iones con positiva.