No perdían pelo, dañaban el sofá o mordían al cartero, pero para miles de personas, Aibo (el perro robótico de Sony) era lo más parecido a un compañero canino. Así, cuando la compañía japonesa canceló el servicio de reparación de los robots el año pasado (ocho años después de cesar la producción), los propietarios se enfrentaron a una dolorosa realidad: sus mascotas terminarán rompiéndose tarde o temprano.
Comentarios
Hay que ser raruno, o no haber conocido de verdad a un perro en toda tu vida para comparar un Aibo con un perro vivo.
Estos japoneses...
Me pasa lo mismo con la lavadora
#1 Pero no le montas un funeral
#2 ya mi lavadora me la
follofuneralo, como quiero 😍Es un pequeño avance de lo que nos va venir, con la vieja obsolescencia programada.