CaveRibbon es un juego de esos de «un solo clic» que es completamente adictivo, absorbente y enganchante. Lo ideal para un día gris, aburrido y meteorológicamente apocalíptico, como se prevé para hoy. ¡Cuidado que engancha! El juego consiste en guiar la «banda mágica» por el túnel que se va estrechando poco a poco, esquivando los obstáculos. Simplemente eso. El efecto físico combinado de la gravedad y la inercia lo hacen bastante realista, pero los inevitables topetazos del principio pueden irse mejorando poco a poco.
Comentarios
Bah, yo para esos días puzzle pro.
Via microsiervos
Un clásico. El truco para que sea divertido, por cierto, es añadirle gravedad acelerada (como toca) en vez de dejar caer siempre a la misma velocidad como se suele hacer en los videojuegos.
Esta era una de mis ideas "sencillas" para meterme haciendo jueguecillos sencillos en las blackberry, Era una buena oportunidad para sacarte unos duros, había cientos de millones de blackberries distribuidas con una tienda de apps y de videojuegos muy pobres. Era necesario meter juegos de un solo botón y este clásico creo que habría encajado bien.
Qué época, cuando todos los desarrolladores indi se metían en iOS y en Android pero aún habían plataformas con millones de usuarios con ganas de pagar donde poder destacar. Conozco quien estuvo aún bastantes años programando juegos en móviles viejos, estos juegos que te descargabas con un SMS, porque en muchos países los smartphones no habían llegado y había un mercado enorme para cualquiera que se metiera a hacer plataformillas.
Al final no pude seguir, estuve haciendo calculadoras para médicos y personal sanitario en SO Symbian, que daba un buen pellizco, me lié a hacer mi propio motor de juegos para Symbian y no me dio tiempo a meterme con las blackberry. Encontré un buen trabajo y allí se acabó mi desarrollo como freelance de videojuegos móviles.
Ea.
No lo entiendo
El Flappy Bird de toda la vida con un lazo
#4 Me recuerda más a lo del dinosaurio del Chrome.
Demasiado difícil.
Los días más aburridos son leyendo las páginas de Menéame old con colorines morados.