Hace 14 días | Por nanoche a larazon.es
Publicado hace 14 días por nanoche a larazon.es

Durante los tiempos de la Inquisición, a aquellos penitentes que lloraban por sus culpas y que querían mostrar arrepentimiento por sus actos -también llamados sambenitados-, se les ofrecía una vela y se les vestía con una especie de saco de lana, que previamente era bendecido por el sacerdote, cura o párroco pertinente. A esta prenda se le llamaba "saco bendito", lo que más tarde derivó en "sambenito". En el "Manual de Inquisidores", escrito por Nicolás Aymerich en 1378, a esta vestimenta se le describe como una túnica formada por dos faldones