A primera vista, el rugby y el póker son polos opuestos. El primero es un deporte de evasión y contacto en equipo, mientras que el segundo es un deporte mental, donde la estrategia y la habilidad se combina con el análisis estadístico y matemático. Sin embargo, ambos deportes tienen mucho más en común de lo que se cree, ya que son intensamente competitivos y requieren de un alto nivel de habilidad y determinación. Al contrario de cómo se retrata habitualmente a los jugadores de rugby, el ingenio y el pensamiento táctico forma parte de su rutina
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Es bastante común cambiar de rama. Mi fisioterapeuta tiene una ingeniería. No veo por qué no pueda un amante del rugby dedicarse a las cartas en sus ratos libres o incluso meterse en el terreno profesional.