He poblado tu vientre de amor y sementera
he prolongado el eco de sangre a que respondo
y espero sobre el surco, como el arado espera...
he llegado hasta el fondo.
Gracias a Miguel Hernández yo me hice poeta. Un buen hombre, así que imagino que su mujer también lo es. Él siempre estará vivo. Ella también. Los poetas siempre viven un poco.
Esto es como el chiste de un tío, en la mili, al que se le muere el padre y le dicen al sargento que se lo diga al soldado. El sargento se queda un rato pensando, y cuando están todos en la fila pasando revista, el sargento dice "Todos los que tengan padre, que den un paso al frente" y, dirigiéndose al chico, grita "Eh, tú! Adónde vas!".
Na, que esas no son formas de dar una noticia así, cojona.
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He poblado tu vientre de amor y sementera
he prolongado el eco de sangre a que respondo
y espero sobre el surco, como el arado espera...
he llegado hasta el fondo.
Gracias a Miguel Hernández yo me hice poeta. Un buen hombre, así que imagino que su mujer también lo es. Él siempre estará vivo. Ella también. Los poetas siempre viven un poco.
Esto es como el chiste de un tío, en la mili, al que se le muere el padre y le dicen al sargento que se lo diga al soldado. El sargento se queda un rato pensando, y cuando están todos en la fila pasando revista, el sargento dice "Todos los que tengan padre, que den un paso al frente" y, dirigiéndose al chico, grita "Eh, tú! Adónde vas!".
Na, que esas no son formas de dar una noticia así, cojona.