Hace 13 años | Por --205157-- a chronicle.com
Publicado hace 13 años por --205157-- a chronicle.com

A comienzos de la década de los 70, un grupo de investigadores médicos decidieron estudiar una pregunta inusual. ¿Cómo respondería una audiencia médica a una conferencia que careciera completamente de contenido, pero que fuera conducida por una autoridad convincente? Para averiguarlo, los autores contrataron a un apuesto actor al que dieron el nombre de Dr. Myron L. Fox. Se inventaron un impresionante currículum para él y lo anunciaron como una autoridad en matemáticas y comportamiento humano. Al final, la audiencia rellenó un test.

Comentarios

p

"preparado para enseñar carismáticamente sobre un tema que desconocía por completo" una de las mejores definiciones de político que he leído nunca. Si el envoltorio es bonito y el producto parece atractivo, pues se vende, una y cuatro veces, otra cosa es venderlo durante muchos años..

baytico

Pon una etiqueta [EN] en el título...

Barquero_

generador de papers ( ya han colado mas de uno en conferencias )
http://pdos.csail.mit.edu/scigen/

D

Algunos datos más que no cabían en la entradilla entradilla: Para la conferencia, le proporcionaron un texto compuesto en su mayor parte por términos rimbombantes, pero que carecían de sentido. Así mismo, dio la conferencia (que llevaba el nombre de "Mathematical Game Theory as Applied to Physician Education") vestido con la tópica bata blanca. Las respuestas a los mencionados cuestionarios fueron mayoritariamente positivas. Los miembros de la audiencia describieron al Dr. Fox como "muy expresivo" y "cautivador". Otro asistente dijo que ofreció "una presentación muy dramática". Después de dar otra de esas conferencias, el 90% de los que asistieron dijeron la encontraron "estimulante". Así pues, prácticamente todos los miembros de las diferentes audiencias aprobaron las charlas del Dr. Fox, a pesar de que, tal y como hacen notar los autores del estudio, fueron llevadas a cabo por un actor "preparado para enseñar carismáticamente sobre un tema que desconocía por completo".

De todas formas, esto sólo sirve de introducción al interesante artículo. Este se centra, más bien, en la necesidad de las grandes farmacéuticas de contar con actores que interpreten a personajes como el Dr. Fox, capaces de convencer a una población inexperta sobre alguna opinón favorable para dichas empresas. La mayoría de los responsables de marketing querrían tener a un "experto" convincente, influyente y aparentemente independiente (en mi opinión, este es el punto más importante) que interprete correctamente el texto que ellos le den. Quizás la pregunta más importante es: ¿por qué hay tantos médicos académicos que quieren ser como el Dr. Fox?

El artículo es demasiado largo como para poder traducirlo entero en los comentarios, pero es bastante fácil de leer de forma pausada.