La longevidad de las empresas se acorta porque dependen cada vez más de una ‘disrupción innovadora’. Nokia o BlackBerry, víctimas del iPhone, han sufrido esta decadencia prematura. Poner en marcha una startup a partir de una idea original y triunfar es casi tan difícil como que el colegial que despunta en el patio de su escuela llegue a ser un ídolo del fútbol. Cuestión de buena estrella y estadística. Llega uno entre millones.
Comentarios
En España la vida de los gigantes tecnológicos es más corta todavía: ni siquiera llegan a nacer.
#2 Aquí solo funcionan otro tipo de gigantes...
Cuanto más alto subes, más grande será la caída.