Hace 10 años | Por --190663-- a swissinfo.ch
Publicado hace 10 años por --190663-- a swissinfo.ch

Suiza es uno de los países que menos controlan la influencia de los lobbies en la política. "Algunos están dispuestos a apoyar cualquier causa, a vender a su madre, con tal de obtener a cambio votos cuando están en juego sus propios intereses", sostiene un joven diputado. El poder del lobby se refleja cada vez que el Parlamento debate temas que conciernen a bancos, aseguradoras, la energía o la sanidad. "Una de las cosas más escandalosas era ver a colegas leer en la tribuna textos que habían recibido de su lobby, incluso sin ententenderlos."

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