Hay personajes en nuestra vida política que siempre son considerados como dioses, hagan lo que hagan y digan lo que digan, y sus noticias en negativo tan solo se publican en letra pequeña; se asimilan a algunos entrenadores de fútbol que, después de fracasar en un equipo, son codiciados por otro y van rotando sin apenas desgastarse. Y esto es lo que parece ocurrirle a Rodrigo Rato.
Comentarios
Rodrigo Rato es el Johann Cruyff de la política española. Y esto no pretende ser un halago.
Redios!!! ¡Me encanta la memoria colectiva de internet, que no olvida!