A colación de las imágenes que están recorriendo las redes tras el fin del estado de alarma no extraña que las que más se muestren sean las de Madrid. No es para menos.
Gente saltando y celebrando con júbilo el fin del estado de alarma, con el hígado empapado de alcohol gritando frases cada vez más incoherentes a medida que el etanol se adueña de sus sentidos quemados. Gente que en definitiva hace y dice subnormaladas bajo una premisa que creen como legítima y esta es "la falta de libertad" En este estado mental del aquí y ahora una ilusión se adueña de nuestra mente, la ilusión de una libertad recuperada. Creen que el virus se acabo esta noche y los que no creen eso piensan que mejor celebrar hoy y llorar mañana, salvese quien pueda, hoy voy demasiado borracho como para razonar... Que le den a la responsabilidad individual. ¿Por qué iba a comportarme yo si los demás se lo están pasando de puta madre? ¿Cómo iba a desaprovechar esta oportunidad de ser igual de gilipollas que mis vecinos si hacerlo supondría ser responsable y no divertirme como ellos?
Bueno pues, desde mi perspectiva de madrileño que ha vivido toda la puta vida en madrid igual puedo daros alguna reflexión esclarecedora:
Esta puta ciudad (como todas, supongo) esta llena en su mayor parte de currantes. Gente que va a trabajar de lunes a sabado en el mejor de los casos. Gente rodeada de tráfico viajando mientras la radio les bombardea a cada rato con peroratas políticas mientras conducen rodeados de humo y de mala hostia hacia un trabajo de mierda, un trabajo que creen que les hara medrar. Echan horas y horas currando en un ambiente tóxico y acaban hasta el nabo. Madrileños que al volver de sus profesiones se comen otro atasco mientras intentan huir de la inmundicia a la que están expuestos todo el día. Llegan a casa y ven que "la vida a la madrileña", la que hemos vivido aunque no quisiesemos ahora esta capada. No pueden después de un dia tras otro de mierda bajar a tomarse una cerveza con sus colegas del barrio y ahogar en zumo de cebada su jornada .Esto es algo que no todo el mundo ha sabido aceptar y por tanto las restricciones no han sido acogidas de buena gana. Si hay algo que los meneantes sabemos es que el ser humano en su amplia mayoría es incapaz de ser responsable de si mismo como individuo y que por ello necesitamos lindes que seguir, lindes que ante cualquier excusa nos saltamos. Es jodido pero para que entendáis la mentalidad de vivir en una capital os lo resumire en esto: Soy un currito, vivo en escasos metros cuadrados, y mi único escape ponerme hasta el culo o salir a hacer deporte y en verano irme a un apartamento y ahora no puedo hacer ni lo uno ni lo otro, me lleno de rabia y voto a quien me asegure la vuelta a mi forma de vida anterior aunque esto sea irrresponsable.
Vereis hordas de madrileños yendo a vuestras ciudades y pueblos y es normal, muchos de esos madrileños tienen familiares en esos pueblos o salieron de ellos y necesitan escapar de la mierda que viven dia a dia. Y vosotros tampoco sois inocentes ya que a en cuanto podeis vais a otra comunidad autonoma o pais, sea un albaceteño que se va a la india a encontrarse consigo mismo (aunque la india este llena de heces) o un Catalán que se pira a Nápoles.
Bien, en Madrid la vida es como en todos los lados, solo que aqui nos sentimos superiores al resto, y esto os lo dice un madrileño. Han levantado la mano y hemos cogido el brazo ya que hacerlo no ha tenido ningún tipo de consecuencia, sino que ha sido celebrado.
Algunos Madrileños seguimos siendo responsables y vemos en la distancia como nuestros convecinos son subnormales y entendemos la madrileñofobia, no es para menos.
Os pido perdón en nombre de los madrileños a los que aun nos queda medio cerebro activo, no todos somos tan gilipollas.