Hace 12 años | Por --11557-- a soyborderline.com
Publicado hace 12 años por --11557-- a soyborderline.com

No existe una enfermedad mental más calumniada y tan erróneamente malinterpretada que el Trastorno de Personalidad Límite. Hace ya algunos años, cuando los psiquiatras iniciaban su carrera clínica, se les advertía “mantenerse alejados de los pacientes con TLP.” En ese entonces, la enfermedad era reconocida principalmente en las mujeres y llevaba consigo una reputación descaradamente estigmatizante...

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Ovejas_Electricas

Mito 1: Personas con TLP son manipuladoras y siempre están tratando de llamar la atención.

Este es uno de los mitos más comunes sobre el TLP. De hecho, este mito es tan común que se encuentra no sólo en los medios de comunicación, sino también en la literatura clínica, académica y de investigación. Sin duda, cualquier persona que ha estado en una relación con una persona con TLP, ya sea un familiar, amigo o pareja, puede comprender el origen de este mito. Para las demás personas, pareciera como si el enfermo con TLP estuviera tratando de manipularlos deliberadamente. La verdad es que, a pesar de que la manipulación es consecuencia de una persona con comportamiento de TLP, la manipulación no es la razón del comportamiento. La razón del por qué lo hacen, es por el intenso dolor emocional que están tratando de aliviar de cualquier forma. Mientras que los síntomas del paciente con TLP pueden arruinar y hacer estragos en las relaciones, esa no es la intención del comportamiento.


Es decir: lo dicen los clínicos que tratan a estos pacientes y los investigadores que están en la punta de lanza del conocimiento que existe sobre este trastorno... pero se supone que no es cierto.

Luego dice que si, que manipulan, pero que lo hacen porque sufren, no porque te quieran joder. Pero te joden, vaya. Entonces no es un mito. Manipulan y causan dolor por donde pasan, a amigos, familiares y conocidos.

No gracias. Lo siento por ellos pero ya he tenido suficientes "límites" en mi vida. Prefiero mantenerme alejado. Es una batalla que no puedes ganar.