Hace 13 años | Por qaesar a elpais.com
Publicado hace 13 años por qaesar a elpais.com

"Se trata de no dejar al enfermo en el abandono, y oponerse sería una mala práctica. Es un imperativo moral... A las buenas prácticas no se hace objeción, es delito". Y rechaza que incluso "los que creen en el carné por puntos para estar más cerca del Señor, los que piensan que sufriendo se ganan más puntos, puedan objetar".

chinitaguapa

Entonces ¿Cuantos años lleva España en delito?

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Sin entrar en el tema de la eutanasia si/no, la frase es una patata totalitaria, ¿quien coño es este señor para decidir lo que es correcto y lo que no? y menos en el cado de una ley, una ley la decide, en teoria, los representantes de los ciudadanos y sus opiniones no son ni buenas ni malas, solo son, definen la posición de una parte de los electores y punto, te podra gustar mas o menos que no todos opinen como el mismo, pero es la base del sistema.

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Y la falta de humanismo tambien.

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Extractos extraídos de este trabajo: http://es.scribd.com/doc/44095910/La-objecion-de-conciencia-de-los-profesionales-sanitarios

"La objeción de conciencia antes de ser una figura jurídica fue una figura moral y religiosa. Ya en Antígona se planteó la problemática entre la noción del deber, caracterizada por las normas religiosas, que representa Antígona, y la noción de lo civil, caracterizada por el cumplimiento de la ley, que representa el rey Creonte. Más tarde, el conflicto entre consciencia y ley positiva, obligará a los cristianos a decantarse en un determinado sentido: «es necesario obedecer aDios antes que a los hombres».

Sin entrar en el estudio etimológico de la palabra objeción, observamos que viene del latín obiectō, que significa oposición. Así, inspirados en nuestra herencia religiosa y alimentados por la civilización griega y romana, se incorporó al Derecho la objeción de conciencia para designar a uno delos posibles supuestos de desobediencia a la ley. Queda pues patente que la objeción de conciencia es un problema jurídico. Problema jurídico, que también se manifiesta en el ámbito sanitario. Y es que, ante el conflicto entre la ley positiva y la ley moral, el profesional sanitario se pregunta ¿qué debe hacer?, y si puede en su caso, obedecer al dictado de su conciencia. Así, como veremos, no siempre los profesionales sanitarios están de acuerdo con los pacientes en los medios que hay que poner para alcanzar la salud. Además, en este sentido, el personal sanitario se encuentra muchas veces con la obligación legal de participar en actos contra el derecho a la vida y a la dignidad de las personas. Ante esta situación, el conflicto de obediencia surge inexorablemente entre ley, emanada de la autoridad política, y conciencia personal. Veremos pues, que la objeción de conciencia permitirá al médico comportarse conforme a los imperativos de su conciencia en determinados supuestos, y evitar así la pérdida de su dignidad, con actos que son contrarios a sus convicciones más íntimas. Y de esta forma, poder defender su propia conciencia ante una agresión externa a ella.

Así, cuando las convicciones morales, ideológicas o religiosas planteen un conflictode bienes respecto de algún deber jurídico en el campo de la medicina o la salud, nos encontramos ante la denominada genéricamente objeción de conciencia sanitaria.

En este sentido, la competencia profesional y la vocación de servicio de toda profesión sanitaria, habilita a los profesionales sanitarios a obrar con responsabilidady libertad, conociendo que sus actos tiene repercusión tanto en la salud de laspersonas como en su misma persona."

"En este sentido, consideramos que el personal sanitario debería poder negarse acolaborar directa o indirectamente en un aborto, sin tenerlo que manifestaranticipadamente por escrito, ya que le bastaría «hacer notar que la muerte directa de una vida humana no entra dentro de la praxis específicamente médica».

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Recuerdo al padre de mi primera novia. Estaba terminal, con cáncer de pulmón, en un hospital militar, hace ya muchos años. No le podían poner anestesia. Para alargarle la vida un par de días, le abrieron el pulmón, sin anestesia. En el ataúd, tenía una increíble expresión de sufrimiento.

La Inquisición ya no tiene hogueras, pero aún pudo despedir al Dr. Montes. El día que todos los moralistas estén en la cárcel, la humanidad será más libre. Salud.

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"Se trata de no dejar al enfermo en el abandono, y oponerse sería una mala práctica. Es un imperativo moral... A las buenas prácticas no se hace objeción, es delito".

Por Luís Montes, el hombre que inventó y dictó cómo es la moral.