La tristeza, al igual que su contraparte la alegría, es una emoción universal y es compartida por todos los seres humanos además de por otros animales. Pero aunque la emoción de base es una, lo cierto es que a menudo hablamos de diferentes tipos de tristeza en función de aspectos tales como a qué se debe o si resulta o no coherente o útil respecto a dicho origen.
La tristeza puede ser adictiva. Afortunadamente a veces hay alguien cerca que consigue apartarnos un rato de ella. Pero no todo el mundo tiene esa suerte. Y las penas con pan son menos...Y sí el pan es con jamón pues alabado sea el señor.
Guardo el artículo. Me parece interesante, oportuno, objetivo y conveniente de repasar a veces. Me ha hecho recordar un libro que tengo con muchas marcas y que en su día triunfó. " Más Platón y menos Prozac". Voy a rescatarlo ahora mismo de la librería, porque la verdad creo que en este momento me puede venir bien recordar algunas páginas.
La tristeza también tiene su parte química, yo me pegue muchos años (más de una década) en modo "triste" activado y pasando por ciertas depresiones leves.
Años después descubrí que esa tristeza continua viene reforzada por una enfermedad hereditaria y la falta de ciertas vitaminas en mi organismo.
Sorpresa, en cuanto empecé a tomar los complementos vitamínicos para mí enfermedad la sensación de tristeza continua desapareció al tiempo.
No es que mi personalidad se haya corregido (demasiados años siendo un tipo huraño) pero el no sentir tristeza continua... Sienta bien.
Sentir felicidad en aquella época estaba descartado, por supuesto.
Fui al médico por "exceso de cansancio" para hacerme analítica (lo típico: vitaminas del grupo B, hierro, etc). Me salió todo correcto.
Me dijo que si quería antidepresivos para ese "me cuesta ponerme a trabajar" , cosa que no me convenció mucho la idea y decidí ir a un buen nutricionista primero.
Resulta que la vitamina D la tenía por los suelos y no me habían hecho pruebas a ver como la tenía.
Ahora estoy renaciendo. Me mandó algunos complementos a mayores y algunas pautas a corregir (cosa que eso cuesta hacer)
Para los curiosos: de peso ando bien (Imc sobre 20) y hago ejercicio de forma habitual. Es más que no estaba equilibrada la dieta
Comentarios
La tristeza puede ser adictiva. Afortunadamente a veces hay alguien cerca que consigue apartarnos un rato de ella. Pero no todo el mundo tiene esa suerte. Y las penas con pan son menos...Y sí el pan es con jamón pues alabado sea el señor.
#1 Papá ¿Qué es diptongo y triptongo? Diptongo no sé, pero ¿Recuerdas cuando se murió la abuelita? Pues ése día estábamos todos así como triptongos.
#1 #2 #3 #4 ¿Estás bien? ¿Necesitas algo?
También hay otras cosas que pueden alejar la tristeza y son menos materialistas que el triste parné.
#2 refrán muy popular: "las penas con pan son menos"
Guardo el artículo. Me parece interesante, oportuno, objetivo y conveniente de repasar a veces. Me ha hecho recordar un libro que tengo con muchas marcas y que en su día triunfó. " Más Platón y menos Prozac". Voy a rescatarlo ahora mismo de la librería, porque la verdad creo que en este momento me puede venir bien recordar algunas páginas.
La tristeza también tiene su parte química, yo me pegue muchos años (más de una década) en modo "triste" activado y pasando por ciertas depresiones leves.
Años después descubrí que esa tristeza continua viene reforzada por una enfermedad hereditaria y la falta de ciertas vitaminas en mi organismo.
Sorpresa, en cuanto empecé a tomar los complementos vitamínicos para mí enfermedad la sensación de tristeza continua desapareció al tiempo.
No es que mi personalidad se haya corregido (demasiados años siendo un tipo huraño) pero el no sentir tristeza continua... Sienta bien.
Sentir felicidad en aquella época estaba descartado, por supuesto.
#7 Estoy en ese mood.
Fui al médico por "exceso de cansancio" para hacerme analítica (lo típico: vitaminas del grupo B, hierro, etc). Me salió todo correcto.
Me dijo que si quería antidepresivos para ese "me cuesta ponerme a trabajar" , cosa que no me convenció mucho la idea y decidí ir a un buen nutricionista primero.
Resulta que la vitamina D la tenía por los suelos y no me habían hecho pruebas a ver como la tenía.
Ahora estoy renaciendo. Me mandó algunos complementos a mayores y algunas pautas a corregir (cosa que eso cuesta hacer)
Para los curiosos: de peso ando bien (Imc sobre 20) y hago ejercicio de forma habitual. Es más que no estaba equilibrada la dieta