Como el gato de Roberto Carlos que estaba “triste y azul”, los americanos utilizan ese color para definir un estado de ánimo triste y depresivo. Una metáfora que ahora, según han concluido un grupo de investigadores de las universidades de Harvard y Vermont (EEUU), muestra su lado más real a través de las redes sociales. Sus hallazgos se han publicado en el EPJ Data Science.
#1 SI no tienes instagram, instagram no puede saber que no lo tienes, porque no sabe que existes. Asi que no sabe ni siquiera que no tienes instagram.
Tambien le pasa conmigo, no te preocupes. El dia que paseando por un centro comercial vi que habia una maquina en la que por la modica cantida de 50cts podias imprimir cualquier foto del catalogo de instagram, fueras o no el dueño de la misma, se me quitaron las escasisimas ganas que podia haber tenido de abrirme un perfil alli.
Este tipo de noticias siempre me traen al a memoria a una chavala sóla que vi en Granada haciéndose selfies con la Alhambra de fondo, con una sonrisa de oreja a oreja para la foto, y después le cambiaba totalmente la cara a no sé cómo describirlo...
Comentarios
Lo único que sabe instagram de mí es que no tengo instagram.
#1 Entonces aún no lo sabe.
#1 SI no tienes instagram, instagram no puede saber que no lo tienes, porque no sabe que existes. Asi que no sabe ni siquiera que no tienes instagram.
Tambien le pasa conmigo, no te preocupes. El dia que paseando por un centro comercial vi que habia una maquina en la que por la modica cantida de 50cts podias imprimir cualquier foto del catalogo de instagram, fueras o no el dueño de la misma, se me quitaron las escasisimas ganas que podia haber tenido de abrirme un perfil alli.
#1 Eso es que estás triste.
#6 Al contrario, estoy contento porque no me quita tiempo para hacerme.... para hacer otras cosas.
#7 Sí, para hacerte el nudo de la corbata...te entiendo.
https://epjdatascience.springeropen.com/articles/10.1140/epjds/s13688-017-0110-z
¡Con datos de 166 personas!, irrefutable.
Este tipo de noticias siempre me traen al a memoria a una chavala sóla que vi en Granada haciéndose selfies con la Alhambra de fondo, con una sonrisa de oreja a oreja para la foto, y después le cambiaba totalmente la cara a no sé cómo describirlo...