"España ofrecía no pocas semejanzas que, con la Europa occidental, pero también era posible compararla con el mundo balcánico o hispanoamericano. Al alborear el siglo XX, cualquier nacido en la Europa occidental que nos visitara enseguida caería en la cuenta de que las diferencias entre su país y España eran notables, aunque permaneciera el suficiente grado de identidad como para remarcar más aún las diferencias (...)El incremento de la población en España sólo había sido del 20%."
Comentarios
Después de nuestro Siglo XIX, el milagro es que existiese algo a lo que llamar España.
pues como los inicios del siglo XXI, la historia repite, como el ajo